TEL AVIV, 14 julio 2010 (El Universal).- Una pareja israelí de la localidad de Holón, al sur de Tel Aviv, recibió en la madrugada la visita de un grupo de policías.
Los oficiales acudieron a su hogar, en respuesta a las quejas que recibieron por parte de los vecinos, quienes se dijeron cansados de los exagerados ruidos que producían mientras tenían relaciones:
"Cuando pregunté a los oficiales si ellos no hacían ruido cuando mantenían relaciones sexuales, debí herir profundamente sus sentimientos" , declaró a Ynet la ofendida mujer, quien fue arrestada al igual que su pareja, ya que insultaron y se burlaron de los policías:
"Ninguno de nosotros tiene antecedentes penales. No me puedo creer que en un momento y por nada, la Policía de Israel pueda entrar en la vivienda de un ciudadano privado y convertirlo en un delincuente. Puedo llegar a perder mi trabajo (un cargo relacionado con la seguridad) por esto", declaró la afectada, cuya identidad no fue revelada.
En primera instancia la pareja había sido sancionada con una multa equivalente a cien dólares, sin embargo, por haberse burlado de la autoridad, se le abrió un expediente penal por insultos y desacato, cargo por el que podrían llegar a pasar hasta seis meses tras las rejas.
"Cuando pregunté a los oficiales si ellos no hacían ruido cuando mantenían relaciones sexuales, debí herir profundamente sus sentimientos" , declaró a Ynet la ofendida mujer, quien fue arrestada al igual que su pareja, ya que insultaron y se burlaron de los policías:
"Ninguno de nosotros tiene antecedentes penales. No me puedo creer que en un momento y por nada, la Policía de Israel pueda entrar en la vivienda de un ciudadano privado y convertirlo en un delincuente. Puedo llegar a perder mi trabajo (un cargo relacionado con la seguridad) por esto", declaró la afectada, cuya identidad no fue revelada.
En primera instancia la pareja había sido sancionada con una multa equivalente a cien dólares, sin embargo, por haberse burlado de la autoridad, se le abrió un expediente penal por insultos y desacato, cargo por el que podrían llegar a pasar hasta seis meses tras las rejas.