COPENHAGUE, 26 de marzo de 2010 (AP).— La célebre estatua danesa de la Sirenita abandonó el jueves su pedestal en la bahía de Copenhague para iniciar un viaje a la Feria Mundial de Shanghai, en su primera travesía al extranjero en los 96 años de su historia.
La estatua de 1,5 metros (5 pies), que honra la memoria del escritor danés Hans Christian Andersen, fue elevada por una grúa y bajada a un camión durante una ceremonia en la capital danesa.
El itinerario exacto del viaje es mantenido en secreto por razones de seguridad, pero la estatua va a ser colocada como pieza central de pabellón danés aproximadamente una semana antes de comience la feria el 1 de mayo.
La mudanza temporal es una decisión controversial en Dinamarca, donde muchos consideran que es irrespetuoso enviar un tesoro cultural al otro lado del mundo como herramienta promocional. Los críticos dijeron que le gobierno debería haber enviado a China una reproducción, una idea rechazada por Christopher Bo Bramsen, el comisionado general danés para la feria.
"¿Por qué enviar una reproducción cuando uno puede enviar la pieza original?", dijo Bramsen a The Associated Press.
Bramsen se sumó al alcalde capitalino Frank Jensen y funcionarios del gobierno danés y de la embajada china en la ceremonia, que contó además con música y danzas de ambos países.
Centenares de personas que se congregaron para el acto vieron cómo una enorme grúa levantó la estatua unos tres metros (10 pies) y la colocó lentamente en un camión. La sirena y la roca en la que descansa habían sido zafadas de su base un día antes.
"Pienso que deberían dejarla aquí. Ella no representa la vida danesa en el siglo XXI. Deberían haber mandado otra cosa", dijo Sarah Ahmed, una estudiante de 16 años que estaba en la muchedumbre.
Anne-Marie Henning, de 92 años, dijo que extrañaría a la sirenita. "Yo he estado viniendo aquí durante años, pues vivo en el barrio. Me voy a sentir extraña sin ella".
La estatua regresará a su sitio a finales del año.
El itinerario exacto del viaje es mantenido en secreto por razones de seguridad, pero la estatua va a ser colocada como pieza central de pabellón danés aproximadamente una semana antes de comience la feria el 1 de mayo.
La mudanza temporal es una decisión controversial en Dinamarca, donde muchos consideran que es irrespetuoso enviar un tesoro cultural al otro lado del mundo como herramienta promocional. Los críticos dijeron que le gobierno debería haber enviado a China una reproducción, una idea rechazada por Christopher Bo Bramsen, el comisionado general danés para la feria.
"¿Por qué enviar una reproducción cuando uno puede enviar la pieza original?", dijo Bramsen a The Associated Press.
Bramsen se sumó al alcalde capitalino Frank Jensen y funcionarios del gobierno danés y de la embajada china en la ceremonia, que contó además con música y danzas de ambos países.
Centenares de personas que se congregaron para el acto vieron cómo una enorme grúa levantó la estatua unos tres metros (10 pies) y la colocó lentamente en un camión. La sirena y la roca en la que descansa habían sido zafadas de su base un día antes.
"Pienso que deberían dejarla aquí. Ella no representa la vida danesa en el siglo XXI. Deberían haber mandado otra cosa", dijo Sarah Ahmed, una estudiante de 16 años que estaba en la muchedumbre.
Anne-Marie Henning, de 92 años, dijo que extrañaría a la sirenita. "Yo he estado viniendo aquí durante años, pues vivo en el barrio. Me voy a sentir extraña sin ella".
La estatua regresará a su sitio a finales del año.