SANTIAGO, 6 marzo 2010 (EFE).- Una fashionista relató en el Daily Mail cómo dentro de un desfile de modas, se tuvo que acudir de último minuto a la compra de las famosas y grandes bragas que Renée Zellweger tuvo que usar en su personaje “Bridget Jones”, para disminuirles una talla a las modelos y que pudieran lucir espléndidas los diseños de seda.
Sin embargo el de la idea de esto fue el estilista a cargo del desfile, quien mandó a comprar ésta prenda, la que a ojos del diseñador no era nada glamorosa, pero lograba que su prendan lucieran bien.
El resultado fue un éxito, después del desfile se comenzó a preguntar dónde y cómo se podía conseguir aquellas bragas que ajustaban la silueta. El diseñador tuvo que mandar a confeccionar muchas copias de éstas para poder vendérselas a importantes personas de la moda, que acudieron ese día a su desfile.
En resumen, la genial idea del estilista logró que el desfile además de ser un éxito, lograra ventas que no tenía pronosticadas.