martes, 20 de abril de 2010

El uso de camas solares podría producir adicción

LONDRES, 20 abril 2010 (BBC).- Las personas que utilizan con frecuencia camas solares para broncearse podrían sufrir ansiedad y ser más propensas al consumo de drogas y alcohol.

Un estudio realizado por científicos estadounidenses indica que cerca de un tercio de los usuarios de estas salas podría desarrollar adicción al bronceado artificial.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, en Nueva York, Estados Unidos, analizaron los resultados de un cuestionario diseñado para detectar conductas adictivas. Posteriormente evaluaron los niveles de ansiedad y depresión de 229 participantes, que admitieron utilizar lámparas o camas solares.

Los expertos indicaron que la exposición frecuente a rayos ultravioletas (UV) de las cámaras solares provocaba patrones de comportamiento similar a los observados en adictos a drogas.

Sentimiento de culpabilidad

El estudio, publicado en Archives of Dermatology, examinó los cuestionarios completados por 421 estudiantes universitarios, de los cuales 229 admitieron utilizar camas solares.

Los investigadores analizaron en primer lugar los resultados de estos cuestionarios, cuyo diseño era similar a aquellos utilizados para detectar la adicción a drogas o alcohol.

Seguidamente, se evaluó los niveles de ansiedad, depresión y abuso de sustancias adictivas de los participantes.

A pesar de los esfuerzos actuales para educar al público sobre los riesgos para la salud asociados a las radiaciones UV que no provienen del sol, el bronceado recreacional sigue aumentando entre los adultos jóvenes

En promedio, los estudiantes que dijeron broncearse artificialmente acudieron 23 veces en un año a un salón de bronceado. Es decir, una vez cada dos o tres semanas.

En una primera fase del estudio, el 39% de quienes utilizaron camas solares fueron catalogados como adictos. Tras someterlos a un segundo nivel de medición, vinculado a los niveles de ansiedad, depresión y uso de sustancias adictivas, el 30% de los participantes encajó en el cuadro adictivo.

Los participantes considerados "adictos" a las camas solares indicaron que se sentían culpables por usarlas demasiado y se mostraron dispuestos a disminuir la frecuencia de visitas a salones de bronceado.

"Tanorexia": adicción al bronceado

En promedio, los estudiantes acudían al salón de bronceado una vez cada 2 ó 3 semanas.

Los investigadores del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center señalaron que las medidas para reducir el riesgo de las personas de desarrollar cáncer de piel deberían abordar la naturaleza adictiva de las camas solares y su posible relación con otras adicciones.

"A pesar de los esfuerzos actuales para educar al público sobre los riesgos a la salud asociados a las radiaciones UV que no provienen del sol, el bronceado recreacional sigue aumentando entre los adultos jóvenes", advirtieron.

Sin embargo, Gary Lipman, presidente de la a Asociación de Camas Solares del Reino Unido, Sunbed Association, desestimó los resultados.

"Yo no soy un científico, pero he leído suficientes estudios durante años para poder darme cuenta de inmediato que éste tiene poco o ningún mérito científico", expresó.

La asociación británica Cancer Research UK realizó una campaña para que se prohíba a los menores de 18 años utilizar camas solares, después de que otro estudio demostrara que unos 250.000 jóvenes ingleses, de entre 11 a 17 años de edad, están en riesgo de desarrollar cáncer de piel por el uso de estas camas.

La campaña tuvo éxito. Recientemente el Reino Unido aprobó una ley que prohíbe el uso de camas solares a los menores de 18 años.