MURCIA, 27 mayo 2010 (EFE).- La doctora Rosalinda Guevara Guzmán, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, expuso hoy en Murcia (este español) sus experiencias de detección precoz del Alzheimer a través de pruebas olfativas.
Guevara, que intervino en el XI congreso de las Reales Academias de Medicina de España, explicó que esta investigación se inició tras conocer que el epitelio olfatorio sufre antes los mismos daños que se producen en el hipocampo, que conducen a la enfermedad del olvido.
La investigadora consiguió desarrollar una prueba estándar para determinar a través de la pérdida del olfato si se va a desarrollar una demencia.
La prueba, que es aplicable a cualquier persona, se realiza a través de "familias de olores nacionales" como naranja y mandarina, guayaba y rosas, o ajo y cebolla, y puede ser utilizada tanto en Centroamérica como en Latinoamérica.
La prueba se aplica en la actualidad en México a personas mayores de 65 años que tienen un nivel cognitivo 20 (el máximo es el 30 y por debajo de 15 se considera que ya hay daños) con el objetivo de que identifiquen las diferencias después de cuatro sesiones, que se consoliden lo olores en la memoria.
Las personas que no perciben los olores pueden mostrar antes un deterioro de la memoria, comentó la doctora, quien alertó de que los enfermos de Alzheimer y de otras patologías degenerativas no los identifican.
"Se trata de una señal de alarma para que la persona mayor tome precauciones y ejercite su cerebro, con la lectura o la realización de crucigramas, que evite el sedentarismo y retardar la pérdida de memoria" .
En la actualidad, las investigaciones de la doctora Guevara Guzmán se centran en encontrar los cambios que se producen en el umbral gustativo de las personas mayores.
"Se trata de elaborar los alimentos nutritivos que más les apetezca y poderlos conseguir de forma industrializada, similar a las papillas de los bebés" , señaló la investigadora.