MANILA, 23 julio 2010 (El Universal).- La crisis económica mundial ha provocado que las familias tengan que ingeniárselas para obtener mayores ingresos, tal y como ha sucedido últimamente en el país asiático de Filipinas, en donde un ciudadano en extrema pobreza decidió poner a pedir limosna a sus tres mascotas.
El ciudadano en cuestión, quien se encuentra en condición de calle, disfrazó a sus perros para que parecieran unos auténticos vagabundos, después de que los dotara de sombreros, lentes de sol y una charolita para recibir las monedas por parte de los transeúntes.
Es tal el fatalismo de la crisis filipina, que el Gobierno, encabezado por el presidente Benigno Aquino, contempla dar dinero directamente a familias pobres para reducir el número de ciudadanos que sufren hambre severa, el cual asciende a un 4.2 por ciento de la población.
Foto: AFP