BUENOS AIRES, 10 julio 2010 (BBC).- Hace un año los expertos en salud en Argentina estaban desbordados por el virus de la gripe porcina, que tuvo en el país sudamericano uno de los niveles de mortalidad más altos del mundo. Ahora otra enfermedad puso a los expertos en estado de alerta.
Se trata de la leptospirosis, una enfermedad que se transmite a través de una bacteria llamada Leptospira, que es diseminada por roedores y otros animales, en especial los perros.
En lo que va del año, 16 personas murieron en Argentina a causa de la enfermedad y la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud confirmó 305 casos de contagio, el peor brote desde 2003.
Pero lo que más preocupa a los médicos no son las cifras absolutas, sino el aumento en la letalidad de la leptospirosis.
Jorge San Juan, director de Infectología del Hospital Muñiz de Buenos Aires, dijo a BBC Mundo que hace unos años la presentación más grave de la enfermedad generaba insuficiencia renal.
En los últimos años, sin embargo, se detectó un cuadro más preocupante como consecuencia de la bacteria: la hemorragia pulmonar, que es mucho más letal.
Mientras que anteriormente la leptospirosis era considerada una enfermedad rural, los casos más recientes se dieron en grandes ciudades, en particular en zonas pobres donde se acumula la basura.
Según San Juan, las urbanizaciones precarias son propicias para la proliferación de roedores, que transmiten la bacteria. De las 16 víctimas fatales de este año, 15 vivían en la provincia de Santa Fe, que sufrió problemas con el agua.
Se cree que muchos perros, que también transmiten el mal, se infectan a través de estas ratas.
Los animales portan la bacteria en sus riñones y muchas veces no presentan síntomas.
Sin embargo, el contagio con los humanos se da cuando éstos entran en contacto con la orina contaminada de los animales. La bacteria puede ingresar a través de heridas en la piel o a través de zonas permeables, como los ojos.
"En la mayoría de los casos la leptospirosis prolifera en zonas donde ha habido inundaciones y donde hay muchos animales sueltos", señaló San Juan.
El aumento en el brote de la leptospirosis ha llevado a un debate respecto a cómo prevenir la enfermedad.
Según los estudios, muchos de los humanos que padecieron el mal se contagiaron de un perro.
Una investigación realizada en la Ciudad de Buenos Aires mostró que el 50% de los perros callejeros presentan la bacteria.
Por ello, algunos expertos sugieren que la mejor manera de prevenir el contagio es matar a los canes sin dueño.
Sin embargo, grupos de ciudadanos se alzaron contra la propuesta. Según los amantes de los animales la leptospirosis no es una "enfermedad de perros" sino un mal de la pobreza, y debe encararse como tal.
Una solución alternativa sería vacunar a los animales contra la enfermedad, algo que, según San Juan, es difícil de implementar y requiere "una decisión política".
En tanto, el experto buscó llevar calma respecto a la gravedad de la enfermedad.
"No es como la gripe porcina, pero es un problema de salud que está en aumento y hay que prevenirlo", señaló.