EASTON, 7 agosto 2010 (AP) — Un juez de Pennsylvania tuvo que trabajar doble después de una audiencia, donde un hombre que comparecía por un caso de drogas le pidió que lo casara el mismo día en la prisión.
La novia llevaba un traje gris y el novio esposas en las muñecas y su uniforme de preso.
El preso en la cárcel del condado de Northampton Franklin Barndt y Takesha Piazza se casaron el viernes, luego de que Barndt pidió que las evidencias en su contra por posesión de cocaína fueran desechadas.
El abogado defensor Gary Asteak dijo que a Barndt se le ocurrió la idea después de ver a Piazza en la corte.
El juez Leonard Zito dijo que nunca le habían pedido algo así pero "somos una corte que da servicio completo".
Zito preguntó si alguien tenía alguna razón para oponerse al matrimonio pero nadie respondió ni tampoco mencionó la sentencia mínima de tres años que enfrenta Barndt de resultar culpable.
La pareja incluso se besó, aunque la fiscal Michele Kluk presentó una objeción en contra.
Foto: Franklin Barndt y Takesha Piazza (The Express Times)