domingo, 21 de noviembre de 2010

Hallan dos mil fetos en templo

BANGKOK, 20 noviembre 2010 (Milenio).- La policía tailandesa, que investigaba un fuerte hedor proveniente de un templo budista, encontró más de dos mil fetos humanos escondidos en el depósito de cadáveres del lugar y que, al parecer, habrían sido llevados desde clínicas en las que se efectuaban abortos ilegales.

Durante la investigación inicial en el templo en Bangkok el martes pasado, las autoridades policiacas descubrieron pilas de bolsas de plástico y papel de diario que contenían más de 348 fetos de acuerdo con reportes del diario tailandés Bangkok Post.

Sin embargo, el teniente coronel de la policía tailandesa, Kanathud Musiganont, afirmó a los medios de comunicación que los trabajadores retiraron ayer muchos más cuerpos de la morgue del templo budista. Se tratarían de 1,654 fetos más en condiciones similares en otras dos salas de dicha morgue.

En total, más de dos mil fetos fueron retirados de bóvedas donde los cadáveres son enterrados tradicionalmente por los monjes antes de la cremación, que en algunas circunstancias puede tardar años.

Los fetos fueron localizados durante la noche de ayer cuando la policía efectuó una nueva búsqueda en el templo de Wat Phai Ngern.

Según Sombat Milintajinda, portavoz policial, algunos de ellos estaban allí desde hacía más de un año.

El aborto es ilegal en Tailandia salvo en tres circunstancias: en caso de violación de la mujer o incesto, si el embarazo afecta la salud de la madre y si existen anormalidades del feto. Sin embargo, existen unas cuatro mil clínicas en Bangkok sospechosas de realizarlos.

Para el ministerio de Salud Pública, tienen lugar en Tailandia unos 80 mil abortos ilegales al año.

El primer ministro Abhisit Vejjajiva, declaró ayer que es necesario aplicar medidas ulteriores para impedir el aborto ilegal, aunque su gobierno no revisará las leyes relacionadas con la interrupción del embarazo.

El premier tailandés aseguró que su gobierno ha examinado el asunto y considera que “las actuales leyes son apropiadas y suficientemente flexibles”.

Varias personas han sido arrestadas en el caso: dos empleados funerarios —un hombre y una mujer— por esconder los cadáveres y ocultar las causas de las muertes, y una empleada acusada de operar una clínica médica sin licencia y efectuar los abortos.

Los trabajadores funerarios reconocieron que recibían dinero —el equivalente a 16 dólares por cadáver— por colectar fetos de las clínicas ilegales de aborto y deshacerse de ellos quemándolos en el horno de cremación del templo, pero que éste se había descompuesto hacía varios días.

Los dos empleados funerarios podrían ser enviados a un año a prisión y recibir una multa de dos mil bahts (el equivalente a 67 dólares).

Por su parte, la empleada de la clínica, identificada como Lanjakorn Jantamanas, de 33 años, de quien la policía afirmó que confesó haber entregado los fetos a los empleados de la morgue desde principios de 2010, podría recibir una condena de cinco años de cárcel además de una multa de diez mil bahts (333 dólares aproximadamente).

La policía explicó a la prensa que Jantamanas admitió que desde hacia unos cinco años era la persona encargada de llevar hasta el monasterio y otros dos lugares, los fetos extraídos en tres centros situados en el barrio de Thom Buri, de la capital tailandesa.