LOS ANGELES, 10 enero 2011 (AP) — Los gatos saludables presentan síntomas de enfermedad cuando están estresados, mientras que felinos diagnosticados con un síndrome urinario mejoran su condición si se reduce su nivel de estrés, indicó un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Ohio.
Doce de los 31 gatos estudiados en la investigación de tres años estaban saludables, mientras que 20 tenían cistitis intersticial felina (CIF), un síndrome de dolor crónico que afecta la vejiga del animal.
Cerca de un 1,5% de los gatos domésticos padecen de enfermedades en el tracto urinario inferior, informaron los científicos. Muchos propietarios de mascotas no pueden soportar el desastre que esto implica, por lo que millones de gatos enfermos son sometidos a la eutanasia o abandonados en refugios de animales.
Judi Stella, candidata a un doctorado; Tony Buffington, profesor de veterinaria clínica, y Linda Lord, profesora asistente en el departamento de Medicina Veterinaria Preventiva, observaron a la colonia de gatos esterilizados en el laboratorio de la institución académica.
Durante la primera parte del estudio, Stella intentó que cada aspecto de la vida de los gatos fuera similar: jaulas, arena higiénica, comida, música, juguetes, así como el tiempo compartido con los otros felinos y el que pasaban con los humanos.
Para los gatos, el estrés puede ser ocasionado por la falta de atención, una arena higiénica sucia o voces extrañas, dijo Stella.
Cuando no estaba sometidos a estrés, tanto los gatos saludables como los afectados por el síndrome se enfermaron menos de una vez a la semana.
Cuando sus rutinas se alteraron, los gatos saludables se enfermaron en promedio 1,9 veces en la semana y los otros dos veces a la semana, casi triplicando el riesgo de enfermedad en todos los gatos. Los niveles se normalizaron cuando pasó el estrés, dijo Buffington.
Los investigadores esperan que dueños de gatos y veterinarios revisen el ambiente en el que vive el animal antes de someterlo a la eutanasia o abandonarlo.
"Este estudio muestra que en un ambiente mejorado, con zonas para esconderse, juguetes, camas y otros aspectos físicos, más una rutina diaria que incluya los cuidados de una persona, horas de juego y comidas regulares, reduce o elimina del todo algunas de las señalas más comunes de enfermedad felina como la falta de apetito, vómitos o desechos fuera de sus arenas higiénicas", dijo Jane Brunt, veterinaria especialista en felinos y dueña del Hospital de Gatos de Towson. "Esto significa que la reducción del estrés puede disminuir enfermedades".
El estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud fue publicado este mes en la revista de la Asociación de Medicina Veterinaria Estadounidense.