NUEVA YORK, 13 enero 2011 (The New York Times/National Geographic News).- Fósiles de una nueva y milenaria especie, pariente de los cocodrilos, han sido descubiertos en una piedra caliza alguna vez destinada para mostradores de cocina italiana, afirma un nuevo estudio.
Los fósiles fueron descubiertos originalmente en 1955 en una cantera de piedra caliza de Ferrara, Italia, luego que los trabajadores cortaran un enorme bloque en cuatro losas y encontraran los huesos atrapados en su interior.
“Cuando el dueño vio los huesos, decidió guardar las losas”, dice Federico Fanti, coautor del estudio y geólogo del Museo Geologico Giovanni Capellini, en Italia.
Los científicos solo examinaron superficialmente los huesos – lo suficiente para determinar que pertenecían a un antiguo cocodrilo – antes de que las losas fueran enviadas a dos museos italianos.
Los fósiles permanecieron sin estudiarse hasta 2009, cuando los científicos decidieron reexaminarlos con más detalle.
El análisis de los huesos incrustados reveló un cráneo y algunas vértebras pertenecientes a una especie previamente desconocida de reptil prehistórico de 165 millones de años de antigüedad llamado Neptunidraco ammoniticus.
La criatura recién encontrada resultó ser el miembro más antiguo conocido de los Metriorrínquidos, una familia de milenarios cocodrilos marinos que recorrieron los océanos de la Tierra durante casi 30 millones de años antes de extinguirse.
El nuevo cocodrilo se parece más a un delfín
Los científicos creen que los Metriorrínquidos se separaron de los ancestros de los cocodrilos modernos hace aproximadamente 200 millones de años.
A diferencia de los cocodrilos modernos, cuyo estilo de vida es semiacuático, los científicos creen que el N. ammoniticus era un depredador completamente marino que raras veces o nunca se acercaba a tierra.
El animal de 4 metros de largo se comparaba en tamaño con los cocodrilos modernos, pero su cráneo es más aerodinámico, su cuerpo más hidrodinámico y tiene una cola vertical muy parecida a la de los peces o tiburones.
Basados en descubrimientos previos de fósiles de otras especies de Metriorrínquidos, los científicos también sospechan que el N. ammoniticus tenía aletas.
“Estaba tan adaptado a vivir en el mar que no podía sobrevivir fuera del agua. En general, era más delfín que cocodrilo”, dice Andrea Cau, coautor del estudio y paleontólogo de la Universidad de Bolonia, Italia.
Sin embargo, pese a todas sus adaptaciones acuáticas, el N. ammoniticus y otras especies de cocodrilos marinos no cortaron completamente el vínculo con el mundo de la superficie, señala Cau.
Al igual que las ballenas y los delfines, tenían que nadar a la superficie para respirar y, al igual que las tortugas marinas, tal vez se arrastraron por las playas una vez al año para depositar sus huevos.
Aunque aterrador bajo estándares modernos, el N. ammoniticus tampoco era un depredador alfa entre sus antiguas contrapartes marinas.
Por ejemplo, a este pariente de los cocodrilos lo empequeñecían los principales depredadores marinos, como el plesiosaurio de cuello corto Liopleurodon, que podía llegar a medir más de 25 metros.
Los cocodrilos marinos eran exitosos – hasta cierto punto
En todo el mundo se ha encontrado fósiles de Metriorrínquidos, lo que sugiere que vagaban libremente por los antiguos océanos de la Tierra.
Basados en el tamaño y forma de sus dientes, los científicos piensan que Metriorrínquidos como el N. ammoniticus se alimentaban de peces y calamares y, tal vez, de otros reptiles.
Pero el N. ammoniticus es el único pariente de los cocodrilos que se sabe que vivió en el antiguo mar de Tetis, localizado al norte del supercontinente de Gondwana y que ahora es parte de Italia. Su presencia en Tetis sugiere que los Metriorrínquidos fueron “aún más exitosos” de lo previamente pensado, destaca Fanti, cuya investigación aparece en la próxima emisión de la revista Gondwana Research.
Pese a ello, el grupo no sobrevivió, acota. “Trataron de colonizar un mundo marino y de sobrevivir con lo que el mar proveía, pero fracasaron”, precisa.
“A sus primos (terrestres) les ha ido mucho mejor”, considera.
El descubrimiento del cocodrilo es “emocionante”
Mark Young, paleontólogo de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido, dice que el descubrimiento del N. ammoniticus ofrece una “emocionante ventana a la evolución temprana” de los Metriorrínquidos.
Por ejemplo, la nueva especie “nos dice que los Metriorrínquidos evolucionaron y se diversificaron mucho antes de lo previamente pensado”, apunta Young, quien no formó parte del estudio.
Los fósiles también apoyan la idea de que durante la era de los dinosaurios, los ancestros de los cocodrilos “eran excepcionalmente diversos”, destaca Young vía correo electrónico.
Además de cocodrilos completamente marinos como los Metriorrínquidos, también había cocodrilos terrestres con dientes de mamífero que posteriormente evolucionaron como reptiles herbívoros.
También había cocodrilos omnívoros, y enormes cocodrilos semiacuáticos capaces de derribar dinosaurios.
Fanti afirma que podría haber más tesoros fósiles como el N. ammoniticus ocultos en museos de Europa.
“Este es un espécimen en nuestro museo, y tenemos un millón de especímenes”, precisa. “Así que el potencial (de nuevos descubrimientos) es enorme”, agrega.
Foto: news.nationalgeographic.com