LOS ANGELES, 8 febrero 2011 (EUROPA PRESS).- Julianne Moore ha dejado de lado el romanticismo y la costumbre arraigada del matrimonio para reconocer que ella se casó porque se lo dijo su terapeuta. Este se lo recomendó para mantener a su familia unida en medio del trajín que conlleva Hollywood.
En una entrevista con el diario 'The Guardian', Julianne Moore ha dejado muy clara el motivo de su matrimonio con Bart Freundlich: "La única razón por la que me casé en 2003 fue por mis hijos".
Según ha explicado la actriz, su terapeuta le recomendó encarecidamente pasar por el altar porque "el matrimonio es un contenedor para la familia", un paso que ayudaría a mantenerla unida.
Lo cierto es que Moore y Freundlich llevan juntos desde 1996 y tienen dos hijos juntos, Caleb (13) y Liv (8), por lo que la idea tenía sentido y ella afirma que les ha venido muy bien.
"(Bart y yo) nos las arreglamos para sacar tiempo para el otro, para hacer viajes juntos. No lo llamaría un esfuerzo. No diría que es fácil. Creo que es aquello con lo que lidia cualquiera que tenga familia y carrera", ha declarado.
Y es que Moore no quería seguir el ejemplo de aquellas familias de Hollywood "que se llevan los niños allá donde van, alejándoles de su escuela y amigos".
"Los días de rodar películas y alejarme (de la familia) durante los meses escolares han acabado", sentencia Moore. "Es un balance exigente pero me siento afortunada y trabajo muy duro para mantener las dos cosas".