SHANGHAI, 8 marzo 2011 (EFE).- La ciudad de Shanghái, con sus 23 millones de personas, sus cerca de 6.000 rascacielos y sus calles de planta colonial europea, que soportan la densidad de tráfico y población de una metrópoli china del siglo XXI, tendrá que aplicar, desde esta primavera, su particular "política de un solo perro".
Si en 1979 el Gobierno chino tuvo que poner en marcha su "política de hijo único" para evitar un crecimiento demográfico insostenible, a pesar de lo cual el país cuenta ya con más de 1.300 millones de habitantes, algunas urbes como Cantón, Chengdu y ahora Shanghái han acabado adoptando medidas similares para sus mascotas.
El Gobierno shanghainés acaba de aprobar una ley, llamada por la prensa local, ingeniosamente, "de perro único", que entrará en vigor el próximo 15 de mayo y que prohibirá que los habitantes de la metrópolis puedan tener más de un perro registrado por unidad familiar censada, salvo quienes ya los tuvieran con anterioridad.
De la misma manera que se estima que hay unos cuatro millones de inmigrantes de otras provincias chinas que viven ilegalmente en Shanghái (de unos 23 millones de habitantes, hay censados 19,3 millones, 14,9 millones de ellos en el centro urbano), se calcula que hay en la ciudad 800.000 perros, pero sólo 200.000 registrados.
De hecho, en 2009, año más reciente del que se tienen cifras, la policía local recibió casi 140.000 denuncias de mordeduras de perros no registrados, una cifra en aumento desde que se alcanzaron los 100.000 casos de este tipo en 2006.
El Gobierno local ha reaccionado prohibiendo los perros grandes y los considerados de caza o de ataque, y ha congelado la solicitud de licencias hasta el próximo 15 de mayo, cuando entrará en vigor la nueva normativa y se prevé que las fuerzas policiales tendrán que adoptar y gestionar la reubicación de miles de canes.
"Llegará un momento en que se acumularán muchas solicitudes de licencia, y por supuesto, la policía tendrá que adoptar un montón de perros", admitió un agente policial de la ciudad, Sun Weihua, al diario oficial "Shanghai Daily", que anunció multas de hasta 1.000 yuanes para quienes no cumplan la ley (108 euros, 152 dólares).
Según las autoridades, el principal motivo de que haya 600.000 perros no registrados en Shanghái se debe a los precios de los permisos y las vacunas anuales necesarias, que rondan los 2.000 yuanes (216 euros, 304 dólares), algo más del doble del salario mínimo mensual de la ciudad.
Según el agente Sun, a partir de ahora todos los costes anuales de tener un perro en la capital económica del gigante asiático no superarán los 1.000 yuanes, o descenderán incluso a la mitad si las mascotas están castradas o esterilizadas.
De esta manera, se espera controlar mejor a partir de mayo la población canina de la ciudad, para lo que se lanzará una campaña para registrar a las mascotas casa por casa y se crearán más centros de vacunación, de manera que los perros sin licencia tendrán que ser donados a amigos, familiares u organismos de adopción de mascotas.
Mucho han cambiado los tiempos desde principios del siglo XX, cuando, según una la leyenda urbana que creen muchos shanghaineses, había un cartel en el Jardín Público de la ciudad (hoy Parque de Huangpu, al norte del emblemático paseo fluvial del Bund) en el que se prohibía el paso "a los chinos y a los perros".
En realidad los carteles de la época que se conservan no lo decían de manera tan directa y contundente, pero sí eran ciertas ambas prohibiciones, junto a otras como entrar en bicicleta, y la norma se quedó grabada en la mente de los shanghaineses como un símbolo de la ocupación europea.
Un siglo después, muchos habitantes de la ciudad más rica y acomodada del gigante asiático ven a sus perros como un avance más en su calidad de vida, cuando no casi un símbolo de su posición económica.
"Según aumentan los ingresos, más gente quiere tener mascotas", resumió al diario Shaun Rein, director del Grupo de Estudios de Mercado de China, con sede en la metrópoli shanghainesa, y eso poco a poco "se está convirtiendo en un tema serio, con cada vez más perros por todas partes, defecando y causando desorden".