jueves, 12 de mayo de 2011

Profecía de sismo en Italia se cumplió en España



MADRID, 12 mayo 2011 (ABC).- Raffaele Bendandi (1893-1979) había augurado el siglo pasado que el 11 de mayo un terremoto destruiría Roma. El astrólogo, que basaba sus predicciones en la posición de los planetas, se equivocó sólo por 1.300 km

Miles de artículos se escribieron en estos días sobre el supuesto terremoto que sacudiría la capital italiana el pasado miércoles. Con cierta ironía, cuando no con burla, muchos periodistas se hicieron eco del pánico de los italianos que decidieron tomarse vacaciones para abandonar la ciudad.

En otro país, a no tanta distancia, la vida transcurría con normalidad. Como en otros lugares, causaba curiosidad tanto la predicción de un terremoto en Roma en una fecha tan específica, como el astrónomo italiano que había hasta jurado ante un escribano la llegada de sismos que luego tuvieron lugar.

Éste hubiera sido el final de la historia, hasta que a las 17:05 hora local del 11 de mayo tuvo lugar un primer terremoto de magnitud 4,5 grados, al que luego sucedió otro de 5,1. No fue en Italia, sino en España. Tampoco fue un sismo de dimensiones catastróficas como predijo Bendandi, pero los daños se hicieron sentir: España, poco acostumbrada a terremotos, no había sufrido en los últimos 60 años un terremoto de estas características.

El sismo en la provincia de Murcia, al sureste de España, localizó su epicentro en la sierra de Tercia, a menos de 10 kilómetros del casco urbano de la localidad de Lorca. Se sintió en otras provincias, como en Almería y Albacete, y hay quienes dicen que los temblores también se percibieron en Madrid.

Según la Red Sísmica española, en España se producen unos 2.500 terremotos al año, ocasionados por la colisión de la placa tectónica euroasiática con la africana, que fueron las que ocasionaron la formación de los Pirineos y los Alpes.

Italia, en cambio, está en una zona de mayor riesgo sísmico. Unos 20 millones de italianos, es decir, más de un tercio de la población, vive en áreas sensibles en donde pueden registrarse intensos temblores. Queda en la memoria el terremoto de 6,3 grados que en abril de 2009 causó más de 300 muertos en L'Aquila, en la región de Abruzzo (centro).

A ello se suma el peligro que pueden representar los volcanes, como el Vesubio (frente a la bahía de Nápoles, en la región de Catania), que se originó precisamente por el choque de las placas euroasiática y africana. Alrededor del volcán viven tres millones de personas, lo que convierte esta zona volcánica en la más densamente poblada del mundo.

Y por lo tanto, en la más peligrosa: una erupción en el año 79 mató a entre 10 mil, y 25 mil personas que vivían en Pompeya y Herculano. Una tragedia sin precedentes que hace que el asunto de los terremotos sea un tema sensible en la península itálica.

En cualquier caso, no todos asocian el vaticinio de Raffaele Bendandi con el terremoto de España. "El sismo ni ocurrió en Italia, ni destruyó ciudad alguna, ni tuvo la entidad requerida para ser equiparable a ese megaevento anunciado", ha indicado Graciela Leonor Argüello, profesora de la Universidad Nacional de Córdoba, en Argentina.

"Digamos que hubo una rara coincidencia en la fecha, pero nada más", comenta desde su blog. "Eso sería como si yo le dijera a un amigo: “Mañana te vas a ganar el gordo de la lotería de Santa Fe”, y el cuñado del socio de ese amigo se ganara un asado en la feria de platos del Jardín de Infantes de su hijo. ¿Les parece que yo podría decir que acerté en la predicción?".