PARAMARIBO, 22 junio 2011 (AFP).- Al despuntar el sol, los coches circulan en torno a la Plaza de la Independencia en el centro de Paramaribo, rodeada por el palacio presidencial, el parlamento y otros edificios históricos, donde el martes tuvo lugar la fiesta de los pájaros cantores.
Miembros de la Suriname Bird Singing Association (Asociación de Pájaros Cantores de Surinam) señalan a los jueces y caminan con pizarras para colocar en el lugar. La competición, que dura cinco semanas, tiene tres categorías: Twatwa ('crassirostris esporofito'), Picolet ('Oryzoborus angolensis') y los pájaros Rowti ('Sporophila bouvreuil').
Minutos antes de comenzar, Audey Zweers, de 50 años, clava postes de madera en el terreno y entona a su macho TwaTwa colgando su jaula cerca de una hembra y un competidor macho. "Hace al macho más agresivo, lo que lleva a un mejor canto", explicó Zweers, que creció con pájaros en la granja de su padre y se dedica a este hobby desde los años 80.
Tras un impasse en los 90, Zweers viene cada domingo a la plaza. "Es un hobby caro en términos de dinero y tiempo para hacerse cargo y entrenar a un pájaro cantor".
Radjoe Haribhajan, de 40 años, cría pájaros Rowti desde que tiene 14 años y posee 45 aves. Sus pájaros forman parte de la familia y el mobiliario de su casa, ya que las jaulas cuelgan por todas partes, incluso en el baño, algo que acordó con su esposa cuando decidieron casarse.
En los últimos 30 años, las tres populares especies de pájaros cantores se dividen la plaza, tan grande como un campo de fútbol, en tres partes.
Cada domingo, decenas de hombres se reúnen para asistir a esta fiesta del canto: algunos apenas estacionan su coche o motocicleta para escuchar con una taza de café en sus manos, otros caminan, se exhiben o compiten.
Según las reglas de la competición, solo se entregan trofeos durante el concurso, pero sobre una base individual, los criadores de pájaros participan en una apuesta por dinero.
El canto de los pájaros se ha vuelto una importante atracción turística y la Asociación presenta copias de su programa anual a los hoteles y las agencias de viaje.
"No podría imaginar otro deporte o hobby que haya sido tomado por todos los grupos étnicos y por hombres de varias edades", dice Zweer, y agrega que se trata fundamentalmente de un asunto de hombres. Algunos consideran la crianza de Twatwas algo propio de la élite, pues un pichón puede costar 1.000 dólares (unos 696 euros) o más, dependiendo de su calidad.
"Un Rowti o un Picolet pueden ser comprados por 25 dólares surinameses (8 dólares estadounidenses ó 5,6 euros)) y a menudo viene un padre que compra uno para su hijo después de un buen boletín de calificaciones en la escuela", dice Palo Jalimsing, propietario de una tienda de mascotas.
Jalimsing, de 50 años, ha ganado 46 campeonatos y sus trofeos están alineados en la tienda y en su casa, con sus 150 pájaros.
Los pájaros cantores machos son unas de las mercancías favoritas, después de las drogas, para ser contrabandeados a Europa, donde son vendidos por cientos de euros.
Foto: Arun Jalimsing (derecha) conversa con el pájaro Rowti llamado "Stevie Wonder" sentando fuera de su tienda de animales previo a la competición. Tomada el 18 de junio de 2011. REUTERS/Ranu Abhelakh.
miércoles, 22 de junio de 2011
Competición de pájaros cantores en Surinam
12:11:00 p.m.
Animales, Música/Danza, Premios/Concursos