SIDNEY, 29 de julio 2011 (AP).- La salvación de un bebé avestruz despreciado por su madre fue un muñeco de peluche en forma de esta ave. La madre lo dejó a la intemperie durante unas lluvias torrenciales y luego lo rechazó.
Fue entonces cuando los dueños de una granja decidieron adoptarlo y proporcionarle un hogar, por lo que buscaron un peluche adecuado a su tamaño y que fuera semejante a su especie.
La pequeña ave se encontraba en condiciones precarias: Estaba muy mojado, era muy débil y la decisión que tuvimos que tomar era difícil, aseguró uno de los trabajadores del lugar.
La madre no mostraba el comportamiento maternal y esto reducía bastante las posibilidades de supervivencia.
Pero gracias a que el avestruz adoptó al muñeco como su nueva mamá, ahora crece y evoluciona adecuadamente.