miércoles, 24 de agosto de 2011

Ciudadano chino cocinaba perros en restaurante de Colombia

BOGOTÁ, 23 agosto 2011 (UPI).- Un ciudadano chino escondía más de 50 canes en un estrecho corral, según los habitantes del sector para sacrificarlos y cocinarlos en un restaurante.

Por presión de la comunidad y ante la desaparición misteriosa de perros en el barrio España en la zona centro de Cartagena, las autoridades descubrieron que los animales eran el principal ingrediente de los platillos de la cocina oriental que ofrecía el chino en el establecimiento que era administrado por el astuto extranjero.

Ante esta denuncia, la policía rescató a los perros y contabilizaron 56 de estos, de los cuales 38 son adultos y 18 cachorros y de acuerdo a sus condiciones físicas se determinara si son entregados a los amos que los reclamen. El hecho causo consternación en la calle Cadiz, de ese sector, donde se aglomeraron varios curiosos para poder ver a los casnes.

El ciudadano chino fue identificado como Gabriel Chang, quien acudió a los miembros de la policía metropolitana que llegaron hasta el lugar para que la gente que se encontraba en las afueras del lugar no lo agrediera ni destruyeran su casa. Las autoridades no hallaron evidencia de comida, ni de agua para los perros.

Alboroto por ‘perrera’ en el barrio España: hallan 56 caninos encerrados en una casa
BOGOTÁ, 19 agosto 2011 (El Universal Colombia) -- Con picos, palos y piedras, un grupo de vecinos y defensores de animales arremetieron contra la casa que albergaba a 56 perros, en el Barrio España y donde presuntamente se sacrificaban caninos.Hacia las 10:00 de la mañana de ayer llegaron los defensores de animales, apoyados por varios policías y agentes del DAS, a la espera de que la Fiscalía llegara con una orden de allanamiento, pero minutos más tarde y en vista de que no había respuesta de la autoridad, decidieron actuar por su cuenta.

“Estamos esperando a la Fiscalía para que saque a los perros. Ahí están y hay personas que no quieren abrir la puerta. ¡Queremos sacar a los perros, que abran la puerta! gritaban los defensores de animales y otras personas que se unieron a la causa.

A medida que pasaban las horas fue llegando más gente y poco a poco en la calle Cadiz, del Barrio España, se aglomeraban más personas; mototaxistas y curiosos que esperaban a que alguien abriera la puerta para sacar a los animales.

Pero las horas pasaban y sólo se escuchaba el ladrar de los perros y los comentarios entre la gente. “Allí matan perros todas las noches para llevarlos a un restaurante chino”, decían algunos.

Hacia las 12:00 del día las puertas y ventanas de la casa de madera, casi selladas, se abrieron con los ataques de la gente enardecida. Al poco tiempo un hombre, identificado como Gabriel Chang, de rasgos orientales, sin camisa y muy enojado, abrió una de las ventanas, armado con una varilla, quien de inmediato señaló a varios policías, a los que acusó de no tomar medidas mientras que la gente intentaba destruir su casa.

“Policías, ustedes están viendo como atentan contra mi casa y no hacen nada. Los voy a denunciar”, gritaba Chang, mientras que la gente le exigía que abriera la puerta.

Patricia Patiño, defensora de los animales lo abordó de inmediato y le pidió que los dejara entrar y sacar a los perros, pero Chang se negaba, pero después, tras la presión de la gente, dejó entrar a varios funcionarios de la Guardia Ambiental, Policías, un funcionario del DAS y a varios protectores de animales.

La incertidumbre por saber lo qué ocurría allá adentro se apoderó de los curiosos quienes no tardaron en golpear de nuevo las ventanas y puertas para intentar entrar. Una vez abiertas las ventanas la gente percibió un olor desagradable y a algunos de los perros que ladraban y caminaban de un lado a otro por la casa.

Media hora después salió Roberto Ruiz, de la Guardia Ambiental, quien dijo a El Universal que en la casa había unos 60 perros, algunos gordos y otros flacos de raza y otros bastos.

“No vimos evidencia de comida, ni de agua para los perros, al parecer no los alimentaban. Vimos que hay una cuerda en el patio, como las que se usan para colgar carnero, pero no había rastro de sangre, aunque había una bolsa negra llena de algo y con un olor fétido”.

Ruiz también dijo que había dos loros y dos gallinas en el patio.

Al interior de la vivienda también se encontraron grandes cantidades de arena regada en la sala, una moto sierra, varias cajas de Tranquilan (utilizado por los veterinarios para tranquilizar a los animales) y varios huecos en el patio.

También había una habitación con aire acondicionado a la que el propietario de la casa impidió el acceso.

A las 2:00 de la tarde, tras varias llamadas a la Umata, por parte de la Guardia Ambiental, apareció Rubén Darío Zapata, quien administra el albergue de los animales desprotegidos, del Distrito.

En ese momento salió el Subintendente de la Policía, Reinaldo Blanco, quien le confirmó a El Universal que allí adentro había 56 perros de los cuales 38 eran adultos y 18 cachorrros, producto de tres perras recién paridas.

Afuera la gente esperaba impaciente a que llegara un camión para llevárselos, sin embargo Zapata aseguró que no se podía hasta tanto no hubiera una orden de allanamiento por parte de la autoridad.

Zapata entró en la casa y tras varias horas de diálogo con Gabriel Chang, con los defensores de animales y la Policía, se llegó al acuerdo de que entregaría 50 caninos para que se los llavaran al albergue y el resto (6), los más viejos, se quedarían con él.

EN BUSCA DE SUS MASCOTAS

La noticia no tardó en llegar a los sectores más cercanos del barrio España, a donde llegaron varias personas buscando a sus mascotas desaparecidas desde hacia varios meses a tras.

Lucy Marrugo, acompañada de su hermana y quienes viven a dos cuadras de la casa, llegaron, con la esperanza de encontrar a su perro. Desde afuera gritaban “Chino mata perro, devuélvanos a nuestro perro”, un pekinés desaparecido desde hace dos meses.

“Todos los días sacábamos a pasear a nuestro perro y un día se quedó afuera orinando y cuando lo fuimos a buscar ya no estaba, por lo que creemos que el chino lo tiene acá”, comentó Marrugo.

Olga Pinto también estaba allí. Según ella, hace un par de semanas se le desapareció su perro color café. “Mi perro salía a la calle y volvía a la casa, pero un día no regresó y creemos que se lo robaron y lo trajeron acá”.

También apareció un sobrino del antiguo dueño de la casa, quien aseguró que hace cuatro meses su tío vendió la casa y que después de un abono, no ha recibido más plata por parte del comprador.
GABRIEL CHANG DA SU VERSIÓN

Aunque El Universal intentó conocer la versión de Chang, este se negó, sin embargo en declaraciones entregadas a Q`Hubo, Gabriel Chang a quien los vecinos acusan de matar perros, dijo que él no sacrifica a los animales y que por el contrario los cuida y alimenta.

También dijo que es comerciante y desmintió la versión de algunas personas, sobre la propiedad de un restaurante de comida China, aunque reconoció que su padre fue dueño de un restaurante.

Chang aseguró que demandará a quienes violentaron su casa.
FISCALIA NO APARECIÓ

Hasta el cierre de esta edición había personas esperando a que la Fiscalía apareciera y se llevara el resto de los animales.

Según conoció este medio, esa autoridad no se presentó porque a pesar de la denuncia de carácter urgente que interpusieron ayer los defensores de animales, no había un Fiscal asignado para el caso.
COMENTARIOS EN LA WEB

Tras la publicación de la denuncia en este diario, surgieron varios comentario entre los que se encuentran los de alguien que se hace llamar como Laura Ximena Chang Vera y quien dice ser hija del propietario de los perros.

Según algunos de sus comentarios en la página web de El Universal, su padre es un amante de los animales quien “compro esa casa para poder buscarles un hogar a esos perros, mostrarlos y así regalarlos. Él nunca se imagino el problema en el que se metió cuando acepto ese perro macho de mi hermano...

Mi papá es un buen hombre que vivía con mi abuela después de su divorcio en un apartamento y tenia una mascota hembra que se reprodujo con el perro macho, así se multiplicaron... Él los alimento diariamente, compraba las sobras de un restaurante para llevárselos a sus mascotas, adoró eso animales porque le servían de compañía en su soledad tras la muerte de mi abuela quien le dejó como herencia una casa que él vendió para comprar esta, ya que antes no tenía dinero y se endeudaba para poderles dar de comer a estos animales”.

No trabajamos con carne de perro: Colonia China


BOGOTÁ, 20 agosto 2011 (El Universal Colombia) -- “No preparamos comida con arroz de perro”, fue una de las frases empleadas por la Colonia China de Cartagena, ante el rumor de que en sus restaurantes se preparaba carne de esta especie de animal.

El problema se generó con el caso de Gabriel Chang, quien mantenía 56 perros encerrados en una casa de la Calle Cádiz, Barrio España, y de quien se rumora que los sacrificaba para comercializar su carne.

“Estamos muy preocupados, no es verdad que comercialicemos comida con carne de perro, ya tenemos muchos años trabajando en los restaurantes chinos, somos trabajadores y correctos, seleccionamos cuidadosamente los productos que usamos. El arroz chino se hace con pollo, camarón, cerdo, jamón y verduras. No preparamos arroz con ratas ni perros”, afirmó Cristina Chan, vocera de la Colonia China de Cartagena y esposa del vicepresidente de esta colonia.

“No conocemos al señor Chang, su apellido es chino pero su vínculo no es directo con la Colonia China. Trabajamos con colombianos y si algo así pasara serían ellos mismos quienes lo contarían”, agregó.

Algunos de los propietarios dijeron que sus ventas habían bajado luego de que se conociera el caso.

Hoy (ayer) han entrado tres clientes a mi restaurante. La gente grita cosas que no son ciertas. Tengo mis documentos de sanidad con los que puedo comprobar cómo preparamos la comida. Ese señor no tiene nada que ver con nosotros y afecta a los mismos colombianos y cartageneros que trabajan en los restaurantes”, señaló Mo Quiao Fem, propietaria del restaurante La Tienda China.

Aunque señalan que en la cultura china si existe cierta costumbre de comer perro, en Colombia no se consume este tipo de carne.

“En la China se crían perros como acá se crían cerdos, pero estamos en Colombia, acá no se come de eso y nunca hemos comercializado esa carne para engañar a la gente”, indicó un propietario de otro restaurante que prefirió no revelar su nombre.

Todos confirman que tienen sus documentos de sanidad al día, y que el Departamento Distrital de Salud, Dadis, realiza inspecciones en sus negocios al menos cada 3 meses.

“Adoro a esos animales”

Por su parte, Gabriel Chang dio su versión de los hechos a El Universal, y señala que lo único que hace por esos animales es cuidarlos.

“Mi gusto por los perros viene desde niño. Yo tenía como 4 años cuando andaba en un burro y tenía un perrito en la mano que me dejó una cicatriz en la cara. No molesto a nadie con mis perros, no los saco a poposear a la calle, sino al patio, cada semana los baño, los alimento, los vacuno yo mismo y hasta les iba a hacer una piscina”, dice Chang.

“Si se los llevan todos, eso me puede causar a mi una depresión, menos mal me dejaron unos poquitos porque yo los adoro y si se los llevan totalmente a lo mejor algo me puede pasar”, agregó.

Sin embargo, Rubén Zapata, contratista de la Umata para la tenencia de un albergue de protección animal, en Pasacaballos, asegura que todavía no se le había hecho una valoración médica veterinaria a los caninos, a simple vista algunos de los animales tenían sarna, habían callejeros y otros de raza en el grupo de perros que se llevaron de la casa de Chang.

Sierra y tranquilizantes

Con respecto a la sierra y a los tranquilizantes para perros encontrados en la casa de Chang, el hombre aseguró que la primera es eléctrica y que sólo sirve para podar los árboles de su casa y que el Tranquilan lo usó para mantener calmados a los animales durante su mudanza de casa.

Según Chang, su estadía en el barrio España no tiene más de 2 meses, y se debe a la búsqueda de un lugar más amplio para el bienestar de los perros.

Sobre los huecos en la casa, la arena y la cal que también han sido vistas en su residencia, dijo que estaba construyendo y haciendo arreglos.

Investigaciones continúan

El Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), abrió un proceso investigativo por el caso de los 56 perros encontrados hacinados en una casa del barrio España.

“Había quejas sobre un supuesto sacrificio de estos animales en la casa, pero dentro de la inspección adelantada por el Dadis y los otros organismos distritales, no se encontraron evidencias sobre esta práctica. Había agua y alimento suficiente para todos los perros, pero el Dadis le hará seguimiento al caso”, dijo Katherine Egea Amador, Directora del Dadis.

En cuento al tema de si hubo o no negligencia por parte de la Umata o autoridades ambientales, Luis Magín Guardela, director de la Umata dijo que se enteró del caso de los perros el miércoles, un día antes de que los defensores de animales y vecinos intentaran sacar a los caninos de la casa.

Nunca recibí de parte del EPA o de los defensores de animales una denuncia oficial. El miércoles Patricia Patiño junto con otros protectores de animales me manifestaron el problema y yo les dije que contaban con mi apoyo y así se hizo el jueves cuando se envió un camión para recoger a los perros y llevarlos al albergue.

Referente a la tenencia y cuidado de los animales dijo que los mantendrá hasta que la Fiscalía o autoridad competente se pronuncie respecto al caso.

Los protectores de animales, expresaron su indignación ante la negligencia de la autoridad para ejercer las leyes que protegen a los animales.

Patricia Patiño, una de las defensoras, afirmó que no descansarán hasta que se investiguen las causas reales por las cuales Gabriel Chang tenía esos perros en cautiverio.

Chinos protestan por bromas sobre los 56 perros de Chang

BOGOTÁ, 19 agosto 2011 (El Heraldo Colombia) -- El destino sigue ensañándose contra la mala fama que tienen los chinos, aquella de que cocinan carne de perros y ratas para vender sus deliciosos arroces.
A la cantidad de comentarios que se despertaron en esta capital luego de que a Gabriel Chang le decomisaran en su casa 56 perros, en las tertulias callejeras del Centro Histórico se revivió, a manera de broma, el mito de que nunca se ha visto el aviso mortuorio de chino.
De inmediato miembros de la colonia china levantaron su voz de protesta contra lo que consideran una injusticia o atropello a su buen nombre y su tradicional comida.
Se quejan de que a raíz del caso de Chang sus ventas han bajado considerablemente y recuerdan que cada tres meses son sometidos a revisiones por el Departamento Administrativo Distrital de Salud, Dadis.
Los dueños de restaurantes explican que sus principales insumos son pollo, camarón y verduras. Aunque aceptan que en China comen perros y ratas, aclaran que ellos son descendientes de orientales y han adaptado su alimentación a las costumbres locales.
En defensa de su colectividad, Chang dice que es falso que sea propietario de restaurantes. ¿Y los perros? Explica que solo eran fieles acompañantes debido a que enviudó años atrás.
Katherine Egea Amador, directora del Dadis, dijo que después de la visita a la casa del medio centenar de perros se encontró que hubo desinformación por parte de la comunidad. “Había quejas —comentó— sobre un supuesto sacrificio de estos animales en la casa, pero en la inspección del Dadis y los otros organismos, no se encontraron evidencias sobre esta práctica. Había agua y alimento suficiente para los perros”.
A Gabriel Chang le dejaron únicamente seis de los canes mientras que los otros 50 fueron llevados a un albergue de protección de la Umata en Pasacaballos, donde su coordinador, Luis Magín Guardela, dijo, luego de bañarlos y desparasitarlos, que los encontraron en buen estado.
Pero la historia no ha terminado: el chino será denunciado ante la Fiscalía por organizaciones protectoras de animales por presunto maltrato de los perros.

Ver nota No hay evidencia de matanza de perros en casa de Cartagena publicada el 24 agosto 2011 en Wicked Magazine.