domingo, 14 de agosto de 2011

La pasión por los caballeros



VARSOVIA, 14 agosto 2011 (BBC).- Hay algo del verano que hace que algunos polacos no resistan la tentación de ponerse una cota de malla o vestidos largos para pretender que son caballeros y damiselas medievales.
Durante la temporada de vacaciones, hay torneos y justas de caballeros o escenificaciones de batallas todos los fines de semana.
"A la gente le fascina. Quieren irse bien lejos de la normal, y un poco aburrida, vida cotidiana", le dice a la BBC el historiador Boguslaw Woloszanski.
"Somos una nación muy romántica, ¡y los caballeros y la época medieval son tan románticos!".
Woloszanski habla mientras dirige los preparativos para la escenificación del sitio del Castillo de Malbork, el castillo más grande en tierras bajas.
La masiva fortaleza de ladrillos rojos data de 1274 y era el baluarte en Prusia de la Orden de los Caballeros Teutones.
Los caballeros fueron vencidos en la Batalla de Grünwald en 1410 por un ejército polaco-lituano que después sitió el castillo por más de dos meses.
"Es la mejor época de la historia polaca. Nuestra historia es muy cruel, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial y, después, con el comunismo", se lamenta Woloszanski.
"Pero hace 600 años, era el tiempo más bello, cuando Polonia era un estado realmente poderoso".
En su apogeo, en los siglos XV y XVI, la Mancomunidad de Polonia-Lituania, conocida en su época como la República de las Dos Naciones, se extendía desde el Báltico hasta el Mar Negro.

Combatiendo por nostalgia

El castillo medieval simboliza el coraje y caballerosidad de la época.
El Castillo de Malbork está 240 km. al noroeste de la capital, Varsovia, y en la Polonia moderna simboliza esa era de coraje y caballerosidad.
En el siglo XV, los polacos no lograron tomarse el castillo, a pesar del asedio, pero eso no impide que cada año la escenificación del enfrentamiento atraiga a una audiencia de miles de personas que pagan por trasladarse al pasado durante tres días.
También hay tiro al arco, ballesta, justas y competencias de combate durante el festival de cuatro días, al que acuden unos 10.000 turistas.
Pero no es sólo para turistas.
Cientos de polacos que son miembros de hermandades regionales de antiguos caballeros también participan. Duermen en tiendas de campaña en forma de cono en tres campamentos separados, ubicados alrededor del muro del castillo.
Krzysztof Ptasinski, el hijo de un diplomático polaco que aprendió inglés en Addis Abeba - la capital etíope- e insiste en que le llame "Redneck Chris", está animando y juzgando el combate cuerpo a cuerpo.
Su capa con capucha sobre la vestimenta de verano lo hace ver como un monje en chancletas.
Preside una pelea entre dos caballeros con armadura de cuerpo entero, que pesa 35 kilos.
Para ganar, un caballero tiene que acumular cinco puntos, que se ganan cuando golpea a su opositor con su espada de dos manos en cualquier lugar del cuerpo más arriba de las rodillas.
Riñón desplazado
Las espadas no están afiladas, por supuesto, pero eso no significa que sea completamente inofensivo.

Los enfrentamientos requieren de destreza.

"Cuando hacía esto me rompí la mano 14 veces, y yo toco el banjo", dice.
"Tengo tornillos en los dedos, una fractura en el cráneo y cuando peleamos contra los bielorusos, se me desplazó un riñón".
Le pregunto cuál es el atractivo.
"Cuando te golpean en el casco, quedas casi inconsciente, porque el sonido es muy fuerte. ¡Es emocionante!", responde.
A Ewa Jazarbek, una de las personas que participa en las competencias con caballos, que incluyen arponear un aro pequeño con una lanza al galope, le pregunto por qué lo hace.
"Porque es divertido, interesante y es con caballos", responde.
"Uno tiene que prepararse, saber montar bien a caballo y poder controlar el equipo. Es un desafío".
Estos eventos son populares no sólo en Polonia, sino también en toda Europa.
Es difícil definir cuál es el atractivo, pero no hay duda de que disfrazarse y encontrarse con amigos en pintorescos castillos medievales es algo que le gusta a mucha gente.