LONDRES, 8 agosto 2011 (BBC).- La australiana Nancy Wake, la mujer con más condecoraciones del bando aliado en la II Guerra Mundial, murió en Londres a los 98 años.
Wake recibió de Francia el más alto reconocimiento militar, la Legión de Honor, también recibió tres medallas de la Cruz de Guerra y la Medalla de la Resistencia.
Reino Unido le concedió la Medalla George, EE.UU. la Medalla de la Libertad y Nueva Zelanda la Insignia RSA.
La primera ministra de Australia, Julia Gillard, dijo de ella que fue "una persona verdaderamente destacable, cuya generosidad, valor y tenacidad nunca serán olvidados".
"Nancy Wake fue una mujer de extraordinaria valentía que salvó la vida de centenares de personas en el bando aliado y ayudó a que terminara la ocupación nazi de Francia", recalcó Gillard en un comunicado.
"Ratón balnco"
"La libertad es lo único por lo que vale la pena vivir. Mientras trabajaba en eso, solía pensar que no importaba si moría, porque sin libertad no tiene sentido vivir"
Nancy Wake
Wake nació en 1912 en Wellington, Nueva Zelanda. Se crió en Sidney, Australia, y vivió desde 1932 en Francia. Trabajando como periodista, llegó a entrevistar a Adolf Hitler en 1933.
Cuando Francia cayó en manos de los nazies, se unió a la resistencia.
Huyó a Londres cuando fue incluida en la lista de más buscados por la Gestapo, que la conocía como "ratón blanco".
En Reino Unido fue entrenada como espía y enviada de vuelta a Francia para trabajar como espía en la preparación del Desembarco de Normandía.
"La libertad es lo único por lo que vale la pena vivir. Mientras trabajaba en eso, solía pensar que no importaba si moría, porque sin libertad no tiene sentido vivir", dijo Wake en una de sus más conocidas citas.
Wake ayudó a cientos de personas de las filas aliadas a escapar del territorio francés ocupado. También proporcionó armas a la resistencia francesa. La primera ministra australiana, Julia Gillard, la describió como una efectiva saboteadora y espía.
Tras la guerra, contrajo segundas nupcias con un piloto de Australia, país en el que vivió hasta que regresó en 2001 a la capital británica, donde murió este domingo.