CIUDAD DE MÉXICO, 8 julio 2011 (BBC).- Un grupo de mexicanas empezó una inusual cruzada: rescatar su derecho a entrar y ser atendidas en las cantinas. Y es que en México aún existen negocios donde no se permite o tolera el ingreso de mujeres.
En la mayoría de los casos son sitios donde, "por tradición", dicen sus propietarios, no se atiende a las mujeres. Pero también hay cantinas en las que explícitamente se les prohíbe su ingreso, a pesar de que las leyes no permiten la discriminación.
Esto no ocurre sólo en poblaciones pequeñas o rurales, sino incluso en Ciudad de México, considerada la más tolerante del país pues es el único sitio donde legalmente se permiten, por ejemplo, la interrupción del embarazo y los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Así, un grupo de mujeres convocó a una protesta a través de la red social Twitter. Y no fue sólo un asunto comercial, le dice a BBC Mundo Karina Almaraz, una de las organizadoras.
"Nos pesó mucho el argumento de no dejarnos pasar por tradición, porque es una manera de hacer cotidiana la violencia", explica.
"Es el mismo discurso que sustenta, por ejemplo, que por tradición el marido golpee a su esposa, o que en algunas comunidades se venda a las hijas. La gente cree que es algo natural".
Protesta de mexicanas en el interior de una cantina "sólo para hombres" |
Silbidos y aplausos
El grupo que encabeza la cruzada se llama Mujeres a las Cantinas, y realizó su primera protesta, convocada por Almaraz y Bitty Navarro, en el restaurante El Mirador, ubicado en un barrio de clase media alta de Ciudad de México.
Oficialmente el negocio no impide la entrada a las mujeres, pero los clientes habituales suelen mostrar su malestar con silbidos y aplausos cuando alguna entra a la cantina.
Los meseros, entonces, las invitan a pasar a un salón anexo donde las mujeres pueden comer y beber sin problemas. Sólo el sábado se les permite entrar al bar porque los clientes habituales no asisten.
Una experiencia así vivió Karina Almaraz, cuando días antes de la protesta fue al negocio con un amigo.
"Le preguntó a un mesero si yo podía pasar al bar, y muy quitado de la pena dijo que no, que por tradición no podía pasar. Y no es política de la empresa, es la naturaleza del lugar".
Los responsables de El Mirador han dicho que no discriminan a ninguna persona y que tampoco impiden el ingreso de mujeres a la cantina.
BBC Mundo solicitó a los responsables del negocio una entrevista para abordar el tema, pero la respuesta fue negativa. "No podemos dar una explicación de algo en que no hemos incurrido", dijo uno de los encargados.
Pero, ¿qué piensan los mexicanos de esta "tradición"? BBC Mundo preguntó a varios habitantes de la capital del país su opinión sobre este tema.
"En una cantina normal nada más entran hombres", dice Norberto Ramos. "Claro que también las mujeres no tienen mucha confianza de entrar a una cantina porque le temen a la falta de respeto".
Gloria Blencano no está de acuerdo. "Todos tenemos derecho a divertirnos, hombres y mujeres, en cualquier lugar así sea cualquier tipo de estatus socioeconómico. La diversión es igual para todos".
Y Raúl, dedicado a hacer ilustraciones, se muestra sorprendido. "Debe seguir pasando en todo el país, pero lo que me parece terrible es que ocurra en la ciudad (de México). Eso sí es como: ¡guau!".
Por lo pronto, el movimiento Mujeres a las Cantinas analiza la posibilidad de repetir las protestas en otros lugares.
Hasta ahora, cuenta Almaraz, se sabe que en estados del norte del país, como Coahuila, impedir el ingreso de mujeres en bares o cantinas parece ser asunto cotidiano.