WASHINGTON, 8 de agosto 2011 (AP).- Ben Barnhard, de 13 años, tenía ilusiones: había bajado 45 kilogramos, un logro para un chico que había soportado el bullying de sus compañeros de clases y se refugiaba en su habitación con su mascota, un gato negro, o haciendo papiroflexia.
Sin embargo, un mes antes del regreso a clases, la madre del menor, la psiquiatra Margaret Jensvold, lo mató de un disparo en la cabeza y después se suicidó.
La Policía encontró el martes pasado ambos cadáveres en las recámaras de la casa en la que vivían en Kensington, un suburbio de clase media alta en Maryland, un suburbio de Washington DC. La Policía también encontró un mensaje.
"La escuela, no puedo hacer nada con el sistema escolar", fueron las palabras con las que comenzó la carta, dijo Susan Slaughter, hermana de Jensvold, a The Associated Press.
"Las deudas me matan. Me ahorcan", agregó el mensaje.
Los integrantes de la familia se dijeron atónitos de ambas muertes y señalaron que Jensvold estaba cada vez más tensa debido a sus apuros financieros y la angustia de las discusiones que tenía con las autoridades del sistema escolar público del condado debido a la educación especial que necesitaba su hijo, quien sufría espectro autista.
Estas personas dijeron que el distrito escolar —al parecer porque creía que su sistema era adecuado para la educación de Ben— se había rehusado a financiar la asistencia del chico a una escuela privada para estudiantes con necesidades especiales.
Jensvold carecía de dinero y no quería que su hijo regresara a la escuela pública en la que, a decir de la familia, ella se sentía juzgada y marginada con severidad y en la que Ben sufría problemas.
"(Ella) tenía gran presión encima", dijo Slaughter. "Es muy difícil ser madre soltera en cualquier circunstancia, pero es agobiante tener un hijo con muchas necesidades. Después tenerlo de manera inapropiada en la escuela y a la escuela riñendo con ella, era en verdad traumatizante", agregó.
En su texto, Jensvold dijo por qué le quitó la vida a su hijo.
"Ella mencionó en el mensaje que conocía personas que cuando eran niñas sus padres se suicidaron. Para esas personas fue difícil y traumatizante, y ella no quería eso para Ben", afirmó Slaughter.
"Eso es muy cierto", agregó. "No creo que Ben hubiera logrado recuperarse de la pérdida de su madre".