HIGHLAND PARK, 21 septiembre 2011 (AP).- Los empleados que ponen a prueba programas informáticos en la firma Aspiritech son todos unos personajes: Katie Levin habla sin parar, Brian Tozzo odia conducir, a Jamie Specht le molestan las luces brillantes, las aspiradoras y la sensación de la alfombra en la piel.
Rider Hallenstein dibuja caricaturas de sí mismo como si se tratara de un coche deportivo DeLorean. A Rick Alexander le pone de nervios sentarse cerca de otras personas.
Esta es la mano de obra poco común de una nueva empresa estadounidense que se especializa en detectar errores de diseño en programas informáticos, aprovechando el talento de adultos jóvenes con autismo.
Las características que los vuelven excelentes probadores de programas informáticos —fuerte atención, comodidad con actos rutinarios, memoria para los detalles— también son rasgos del autismo. Las personas con síndrome de Asperger, una forma leve de autismo, tienen una inteligencia que va de lo normal a lo sobresaliente y a menudo son muy hábiles con las computadoras.
Aspiritech, una organización sin fines de lucro con sede en Highland Park, Illinois, se nutre de estas destrezas y resta importancia a ciertas peculiaridades que pueden hacer que los adultos con autismo no obtengan empleo fácilmente: torpeza para la vida social, bajo contacto visual y dejarse abrumar con facilidad.
El nombre de Aspiritech se basa en un juego de tres palabras: "Asperger", "espíritu" y "tecnología".
Moshe y Brenda Weitzberg fundaron Aspiritech después que su hijo, Oran, ahora de 32 años, fue despedido de su trabajo embolsando abarrotes. A Oran se le diagnosticó el síndrome de Asperger cuando tenía 14 años. Actualmente trabaja en Aspiritech.
"Pasó de no poder guardar alimentos en bolsas a ser uno de los mejores probadores de software de nuestro equipo", dijo Brenda Weitzberg.
La empresa de los Weitzberg se basa en una exitosa firma danesa llamada Specialisterne ("Los especialistas"). Specialisterne también tiene empleados con autismo para poner programas informáticos a prueba. Entre sus clientes satisfechos están Oracle y Microsoft.
Otras empresas en Bélgica, Japón e Israel contratan o entrenan adultos con autismo para que trabajen como probadores de software.
Este año, Aspiritech proyecta ingresos de 120.000 dólares, de los cuales un 60% proviene de donaciones y un 40% de clientes. Los Weitzberg esperan que la proporción de clientes aumente a 50% el año próximo.
Los clientes —nueve empresas en los primeros dos años de existencia de Aspiritech— han quedado satisfechos.