sábado, 10 de septiembre de 2011

Las águilas que cuidan al Metro en Ciudad de México

CIUDAD DE MÉXICO, 10 septiembre 2011 (BBC).- El Metro de Ciudad de México, uno de los más concurridos y extensos del mundo, tiene un singular equipo para garantizar la seguridad de sus instalaciones y los pasajeros: un grupo de aguilillas Harris.
Las aves espantan a las palomas que, con sus excrementos, corroen cables, rieles, vagones y provocan descargas eléctricas que afectan el servicio.
Desde hace un año las águilas realizan sobrevuelos en algunas de las estaciones más concurridas, donde anidaban cientos de palomas que se habían convertido en un serio problema de seguridad, explica a BBC Mundo César Caro, de la empresa King Mar, propietaria de las águilas.
"Las palomas se meten a equipo de alta tensión y a veces provocan un corto circuito. Son áreas donde no se pueden colocar barreras físicas y por eso se optó por la cetrería", cuenta.
Hasta ahora, la vigilancia aérea ha rendido frutos, pues el número de percances ocasionados por las aves se redujo considerablemente, según reconoce el Sistema de Transporte Colectivo (STC) que controla las operaciones del Metro.
Curiosamente, a las aguilillas Harris no se les permite cazar para evitar que se contagien de los parásitos que suelen tener las palomas, explica Caro.
Su estrategia es, básicamente, la disuasión: los entrenadores sueltan a una de las aves de presa en las áreas donde se concentra la plaga.
Las palomas y otros pájaros como gorriones o garzas, se asustan ante los depredadores y en pocos minutos abandonan los nidos.
Esta operación se realiza en distintos horarios para evitar que las aves invasoras, con su reloj biológico, anticipen el momento de los sobrevuelos.
Pero limpiar al Metro implica una operación en varios niveles. Además del susto, los especialistas aplican gel repelente en las zonas de anidación o donde suelen pararse los pájaros.
También retiran nidos, huevos o polluelos, y en algunas áreas instalan barreras físicas como púas para alejar a las aves. Las acciones se completan con globos en forma de halcón, así como búhos de plástico con sonido integrado.
La cetrería como estrategia de seguridad no es nueva en el país, e incluso desde hace tiempo hay águilas y halcones entrenados que mantienen a raya a otras aves en el aeropuerto de la capital.
Pero en el STC decidieron utilizar el método cuando se percataron que no podían ganar la batalla a las palomas, que utilizaban incluso la zona de taquillas como su retrete particular… Con la evidente molestia de los pasajeros.
Hay otras razones. El excremento de las palomas provoca desgaste prematuro de cables, rieles y aparatos eléctricos, algo complicado para un servicio que diariamente transporta a 6 millones de personas.
La estrategia aérea contra las palomas se aplica de manera permanente, y está contemplado extender el programa a otras estaciones con alto flujo de pasajeros.