En el pasado, los reos que se identificaban a sí mismos como transexuales pero no habían sido diagnosticados ni habían iniciado tratamiento antes de su encarcelamiento estaban excluidos para recibir atención médica para su condición.
Las políticas nuevas establecen que tales prisioneros ahora son elegibles para tratamiento hormonal para feminizar o masculinizar sus cuerpos, y vestirse y vivir de conformidad con eso.
Shannon Minter, directora del Centro Nacional por los Derechos Legales de Lesbianas, dijo que el acuerdo permitiría la cirugía como una opción de tratamiento si los médicos de la prisión están de acuerdo en que es necesaria para reos en lo individual.
