CIUDAD DE MÉXICO, 3 diciembre 2012 (El Universal).- Pasaban las nueve de la mañana y Julián Tives León, de 60 años, ya hacía fila para hacer un trámite en un banco al sur de la ciudad.
Comenzó a agonizar sin que nadie lo auxiliara. Indiferentes funcionarios y clientes del banco apenas y lo veían de reojo, mientras Julián Tives sufría espasmos que lo hacían convulsionarse, según algunos testigos.
Pese a lo dramático de la escena la indiferencia dominó. Nadie hizo nada. Apenas un guardia de seguridad se acercó a aquel hombre que yacía en el piso, abandonado a su suerte y encarando a la muerte.
Julián no recibió la ayuda que en ese momento reclamaba su cuerpo. Su corazón se detuvo, ahí murió ante la indiferencia de quienes hacían fila para cumplir con su trámite bancario.
Su cuerpo fue cubierto con una sábana azul en el interior del banco y aún ahí tirado en el piso continuó con su operación normal, como si nada hubiera pasado, sólo unos pocos clientes se salieron ante la escena.
Foto: Lugar del suceso (PGJDF)
Video: Milenio Noticias