jueves, 12 de enero de 2012

Un móvil interrumpe por primera vez un concierto de Filarmónica de Nueva York



NUEVA YORK 12 enero 2012 (EFE).- El ruido de un teléfono móvil obligó a interrumpir por primera vez en la historia un concierto de la Filarmónica de Nueva York, que no se reanudó hasta que el dueño apagó el terminal, confirmó hoy a Efe una fuente de la orquesta.
Los hechos ocurrieron el pasado martes por la noche, cuando el director de la Filarmónica, Alan Gilbert, estaba conduciendo a sus músicos por el último movimiento de la Novena Sinfonía del checo Gustav Mahler, según Katherine Johnson, una portavoz oficial de la institución neoyorquina.
Entonces fue cuando empezó a sonar desde la primera fila el popular tono de llamada "marimba", que imita el sonido de este instrumento en el iPhone de Apple.
Aunque el público expresó enseguida su descontento, el teléfono no dejó de hacer ruido.
Gilbert empezó a gesticular mientras al aparato continuaba sonando, hasta que se cansó y ordenó detener el concierto, algo que hasta ahora no había sucedido nunca en las más de 14.000 veces que ha tocado a lo largo de sus 170 años de historia la Filarmónica de Nueva York.
Acto seguido el director, visiblemente irritado, pidió en voz alta al propietario que apagara el móvil que sonaba sin cesar.
Cuando el dueño no se dio por aludido de inmediato, el público arremetió contra él, silbando y exigiendo a gritos que fuera expulsado de la sala mientras el iPhone continuaba sonando entre el ruido del gentío, habitualmente acostumbrado a escuchar a la orquesta en el más absoluto silencio.
Gilbert finalmente bajó del escenario y se encaminó hacia el dueño del celular, que sacó el aparato de su bolsillo y lo apagó.
"¿Está apagado? ¿Va a volver a sonar?", preguntó el director al hombre, quien se limitó a asentir con la cabeza, y el concierto se reanudó pocos minutos después entre los aplausos del público del emblemático Avery Fisher Hall del Lincoln Center.

Un melómano se disculpa porque su móvil sonó en un concierto en Nueva York

NUEVA YORK, 13 enero 2012 (AFP).- Un melómano neoyorquino dijo este viernes haber perdido el sueño después de que su teléfono móvil sonara en medio de un concierto de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, provocando que los músicos dejaran de tocar, y pidió disculpas por el incidente.
La orquesta tocaba los últimos compases de la Sinfonía Nº 9 de Mahler el martes por la noche cuando el móvil comenzó a sonar por primera vez.
El director de orquesta, Alan Gilbert, no dudó: le pidió a sus músicos que dejaran de tocar, sobre todo porque el tono de 'marimba' del móvil continuaba, informó este viernes el diario The New York Times, que entrevistó al culpable.
Los espectadores estaban furiosos con el incidente, que fue tema de varios blogs y fue denunciado en Twitter. Tras lo que pareció una eternidad, el propietario del teléfono finalmente apagó el aparato, y el concierto pudo continuar.
"Se puede imaginar lo terrible que es tener esto en la conciencia. Es horrible, horrible", dijo el hombre a The New York Times a condición de no ser identificado.
El responsable del incidente, un empresario sexagenario amante de la música que está abonado a la Orquesta Filarmónica desde hace 20 años, dijo no haber dormido las dos noches siguientes.
El miércoles recibió una llamada de un funcionario de la orquesta, que le pidió que no se repitiera lo ocurrido. El hombre, que la Filarmónica llamó "Cliente X", solicitó hablar con el director de la orquesta y se disculpó por teléfono.
El viernes, este empresario, todavía traumatizado por lo sucedido, extendió sus disculpas a todos los presentes esa noche a través de sus declaraciones a The New York Times "Espero que los presentes en el concierto y los miembros de la orquesta puedan perdonarme. Les pido disculpas a todos ellos", dijo.
Y finalmente explicó lo que había sucedido. Su empresa le había dado el teléfono un día antes y él creyó haberlo apagado antes del concierto. Pero la alarma del despertador estaba activada y comenzó a sonar. Justo cuando el director de orquesta lo miró, se dio cuenta de que era su teléfono el que había interrumpido el concierto.