BUENOS AIRES, 8 marzo 2012 (EFE).- Tras medio siglo de olvido en el que fue utilizado como un viejo depósito, Buenos Aires ha recuperado el "vestidor" de Eva Duarte, Evita, en la Legislatura porteña, el lugar donde esposa del general Perón se preparaba para recibir a embajadores y a invitados internacionales.
"Hoy podemos reabrir el vestuario donde Eva Perón se ponía hermosa, donde descansaba antes de recibir a personalidades en estos salones", explicó a Efe el diputado Cristian Ritondo, vicepresidente de la Legislatura de la ciudad.
El edificio que hoy acoge a la Legislatura porteña albergó la Fundación Eva Duarte y la Secretaría de Trabajo y Previsión durante la primera etapa del Gobierno del general Juan Domingo Perón, cuando Evita se desempeñaba como Primera Dama, entre 1947 y 1952.
La estancia, de 60 metros cuadrados, se sitúa en una zona adyacente al Gran Salón de Honor o 'Salón Dorado', en el que se celebraban actos protocolarios con embajadores extranjeros y recepciones con personalidades internacionales encabezadas por Evita.
"Aquí recibía a los embajadores extranjeros que cruzaban la Plaza de Mayo después de presentar sus credenciales en la Casa de Gobierno", indicó a Efe el historiador Daniel Vargas, miembro de la Comisión Asesora del Archivo Histórico del Palacio Legislativo.
Integrado por tres baños, un tocador y un guardarropa, con las paredes de mármol italiano, el recinto dejó de utilizarse tras la muerte de Evita, en 1952, y cayó en el olvido con la salida de Perón del poder (1955).
El 'vestidor de Evita' quedó al margen de los planes de restauración que se emprendieron en los años 90 en el palacio que alberga la Legislatura, erigido en 1931 con el diseño del arquitecto argentino Héctor Ayerza.
"Cuando ingresé a la legislatura los trabajadores me contaron que había un lugar que era donde Eva Perón se cambiaba, utilizado como un depósito", indicó Ritondo, impulsor de la restauración del espacio.
La declaración del Palacio de la Legislatura como Monumento Histórico Nacional en 2011 aceleró los trabajos de restauración y de recuperación del mobiliario original, dirigidos por la arquitecta Sandra Amerise, que reconoció a Efe que las dependencias estaban "bastante derrumbadas".
Para recuperar el aspecto original del vestidor, se han utilizado fotografías de época, ya que según Amerise no había mucha documentación disponible, y se han localizado objetos originales, como un botinero (zapatero), un perchero y una mesa baja.
"De alguna manera la rehabilitación del 'vestidor' de Evita viene a saldar décadas de olvido, de odio, de venganza, de desidia, de mucho abandono", valoró el historiador Daniel Vargas, que calificó la reapertura de este espacio como una "reconciliación".
Para el diputado Ritondo, recuperar este espacio ligado a una parte de la historia de Argentina supone cumplir "un compromiso" por parte de la Legislatura.
"Recuperar los pasos por donde estuvo Eva Perón es muy importante", concluyó.
Restauraron el vestidor que usaba Eva Perón en el edificio de la Legislatura
BUENOS AIRES, 7 marzo 2012 (El Tiempo).- Un espejo de tres metros por dos, un guardarropa y tres baños, todo con pisos y paredes cubiertos de mármol italiano. Así era el vestidor que utilizó entre 1946 y 1952 Eva Duarte de Perón que fue restaurado en los últimos meses y cuya visita será inaugurada al público mañana, en lo que hoy es el Palacio Legislativo porteño, por el Día Internacional de la Mujer.
Se trata de una iniciativa del diputado Cristian Ritondo, vicepresidente primero de la Legislatura, quien explicó: “El año pasado el palacio fue declarado Monumento Histórico Nacional y esto implicó para nosotros un gran compromiso. Es por eso que recuperamos este espacio de la memoria, no sólo para los ciudadanos de Buenos Aires y los compañeros, sino para todos los argentinos y los numerosos turistas que nos visitan cada año.”
El emprendimiento estuvo a cargo de la arquitecta Sandra Amerise, coordinadora de la Unidad Ejecutora de Obra de la Legislatura. Fue ella quien solicitó algunos objetos al Museo Perón para decorar la reapertura, entre los que se cuentan el documento y el pasaporte diplomático originales de Evita, además de su medalla peronista al Grado Extraordinario, una chaqueta verde, y el casquete bordado que usó en su última salida pública.
“Rescatamos el símil piedra de París, que estaba tapado por pintura sintética, y se hicieron cateos en las paredes para encontrar el color original. Además, tratamos de replicar las cortinas, los botiquines y las tablas de los inodoros”, precisó Amerise a Tiempo Argentino.
Ritondo relató: “En el año 2007, ni bien llegué aquí como diputado, los trabajadores me advirtieron del descuido en el vestidor y desde entonces fue mi preocupación permanente recuperarlo”. Según Amerise, “en los ’90 hubo obras devastadoras a las que no se les dio valor arquitectónico”.
El historiador Héctor Daniel Vargas repasó que el vestidor comenzó a sufrir deterioros cuando el palacio no fue incluido en el Área de Protección Histórica, establecida en 1977. En 1998, después de que se deshiciera el Concejo Deliberante, el edificio fue reformado para conformar la Legislatura, y “artefactos sanitarios y decorativos fueron literalmente arrancados y los agujeros tapados con cemento, al igual que las rejillas de los pisos. Se rompieron partes de los mármoles que revisten las paredes y pisos para dar lugar al paso de caños de agua y calefacción, incluso las paredes fueron cubiertas con pinturas sintéticas y se hicieron otras nuevas de durlock para la instalación de diminutas oficinas.”
Las fotos de fines de los años cuarenta daban testimonio de este lugar en el que Evita se preparaba para entrar al Salón Dorado, que tiene conexión directa con el vestidor. Antes de que lo usara la esposa de Juan Domingo Perón, el lugar era utilizado como una peluquería del edificio, para los trabajadores que pasaban muchas horas allí. “También había zapatería y barbería”, agregó la arquitecta, y subrayó que “el valor de la recuperación arquitectónica es impresionante, es parte de la historia de la Ciudad, sea cual sea el color político de cada uno”.