viernes, 7 de septiembre de 2012

La historia de los juguetes sexuales

 MADRID, 7 septiembre 2012 (El País).- Puedes adquirirlos en las sex shops más chics, pedirlos por teléfono o con un simple click hacer una compra online. Existen desde anillos, columpios, canicas chinas, vibradores ecológicos y muñecas inflables; hasta los tradicionales consoladores, mismos que desde hace 2 mil 500 años han sido los juguetes eróticos por excelencia.

Consolador de piedra, Alemania, 28,000 años A.C.  (NYDailyNews)
Tal como en la actualidad, los materiales y texturas también eran diversos. Griegos, romanos y egipcios fabricaron moldes de cera con forma de falo, las helenas por ejemplo utilizaban penes de madera conocidos como olisbos, los cuales eran lubricados con aceite de oliva.
En el caso de Medio Oriente el consolador se construía a base de excremento de caballo y se recubría con resina; mientras para los chinos un pedazo de tela de seda en la base del pene aseguraba una erección más duradera.
Los erizos, círculos de finas plumas cuya finalidad era acariciar la vulva de la mujer, también aparecen en los manuscritos chinos del siglo XIII, al igual que los anillos fabricados de cerámica, o los construidos con párpados de cordero.
Sobre las bolas chinas empleadas en el siglo XV se sabe que fueron creadas para satisfacer el deseo sexual de un emperador que buscaba tener relaciones sexuales sin preámbulos; las bolas eran introducidas en la vagina de sus amantes.
En occidente también había costumbres diversas. Para las francesas del siglo XVIII, el romanticismo era un asunto íntimamente ligado al placer sexual, por lo que empleaban consoladores con un compartimento en la parte superior, en el que podían colocar la foto de su amado.
Durante esta época y a lo largo del continente europeo, estos artefactos fueron perfeccionados con péndulos y esferas oscilatorias, decorados con detalles de plata y marfil.

Histeria sexual
Consolador doble de Jade, China, S XII (NYDailyNews)

Los vibradores como otros grandes inventos de la historia también tuvieron en sus inicios un fin médico. A finales del siglo XIX, “la epidemia del útero ardiente” afectó a miles de mujeres occidentales.
Según los doctores, la ansiedad, la irritabilidad, las fantasías sexuales y una excesiva lubricación vaginal, eran los síntomas de esta enfermedad, que tenía como origen la frustración sexual.
Para tratarla, los médicos masajeaban el clítoris de las pacientes hasta producirles un orgasmo o “paroxismo histérico” como lo conocían en aquella época; sin embargo este tratamiento se volvió algo tedioso, fue así como el médico británico Joseph Mortimer Granville inventó un aparato electromecánico terapéutico con forma de falo, que hizo del procedimiento algo más sencillo, rápido y seguro.

Hacia la modernidad

Los primeros vibradores -o dildos como también se les conoce-, eran grandes aparatos que producían de mil a 7 mil pulsaciones por minuto; su costo oscilaba entre los quince y 200 dólares según el modelo.
Apenas entrado el siglo XX, la demanda de estos artefactos incrementó y los precios así como su tamaño, redujeron.
Si bien a partir de 1920 las películas pornográficas repercutieron negativamente en el uso de los consoladores en los consultorios médicos, el uso de las muñecas de tela para satisfacer la libido de los marineros fue en aumento.
Hacia 1960 los juguetes sexuales hicieron boom y las grandes ciudades comenzaron a alojar las famosas sex shops.
Con el paso de los años los juguetes eróticos han dejado de ser un tabú, ahora millones de personas en el mundo emplean estos instrumentos.
Según el estudio británico Mujeres, Sexo y Compras, en los próximos 10 años la venta de éstos, podría superar la de los teléfonos inteligentes. Según el estudio publicado por The Journal of Sexual Medicine, más del 50 por ciento de las mujeres utiliza vibradores, y 60 por ciento piensa que los juguetes eróticos son excitantes, divertidos y necesarios en su vida sexual.