jueves, 20 de septiembre de 2012

Maíz transgénico Monsanto generaría tumores: estudio



LONDRES, 20 septiembre 2012 (Reuters) - Las ratas alimentadas durante toda su vida con maíz transgénico de Monsanto o expuestas mediante el consumo de agua a su fertilizante más vendido, Roundup, sufrieron tumores y daños múltiples en sus órganos, según un estudio francés publicado el miércoles que generó duras críticas de expertos independientes.



Tumores en los animales muestra (AFP)
Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, y colegas, dijeron que las ratas alimentadas con una dieta que contenía NK603 -una variedad de semillas modificadas genéticamente para tolerar las dosis de Roundup- o a las que se dio agua que contenía niveles de este químico permitido en Estados Unidos murieron antes que las que siguieron una dieta normal.

Expertos que no participaron en el estudio se mostraron altamente escépticos sobre sus métodos y hallazgos, y algunos acusaron a los científicos franceses de embarcarse en una "salida de pesca estadística".

Los animales bajo dieta genéticamente modificada sufrieron tumores mamarios, así como daños severos en hígados y riñones. El estudio fue publicado en la revista profesional Food and Chemical Toxicology y presentado en una conferencia de prensa en Londres.


Los investigadores dijeron que el 50 por ciento de los machos y el 70 por ciento de las hembras murieron de forma prematura, frente a sólo el 30 por ciento y el 20 por ciento en el grupo de control.

Monsanto no estuvo inmediatamente disponible para realizar comentarios, pero el grupo ha dicho en el pasado que sus productos son seguros y que no hay evidencias creíbles de riesgos para la salud de los seres humanos o animales derivados del consumo de cultivos transgénicos.

EXPERTOS ALTAMENTE ESCÉPTICOS

Los transgénicos son altamente impopulares en Europa y muchos otros países del mundo, pero dominan los cultivos clave de Estados Unidos luego de que Monsanto introdujo en 1996 soja genéticamente modificada para tolerar su fertilizante Roundup.

Los especialistas a los que los periodistas les pidieron que revisen el artículo advirtieron tener mucho cuidado en sacar conclusiones de la investigación.

Tom Sanders, jefe de la división de investigación de ciencias nutricionales del King's College de Londres, señaló que el equipo de Seralini no había brindado ningún dato sobre qué cantidad de alimento recibieron las ratas o cuáles eran sus tasas de crecimiento.

"Este tipo de rata es muy propensa a los tumores mamarios, particularmente cuando no se le restringe la ingesta de alimentos", indicó en un comentario enviado por correo electrónico.

"Los métodos estadísticos son no convencionales y las probabilidades no están ajustadas a múltiples comparaciones. No hay un plan de análisis de los datos claramente definido y parecería que los autores se han embarcado en una salida de pesca estadística".

Mark Tester, profesor de la University of Adelaide en Australia, dijo que los resultados del estudio generaban la duda de por qué ninguna investigación previa había despertado preocupaciones similares.

"Si los efectos son tan grandes como se propone, y si el trabajo es realmente relevante para los humanos, ¿por qué los norteamericanos no están cayendo como moscas? Los transgénicos han estado en la cadena alimenticia durante más de una década allí, y la longevidad sigue aumentando inexorablemente", indicó en un comentario enviado por correo electrónico.

¿EFECTOS A LARGO PLAZO?

Mientras que quienes respaldan los cultivos trangénicos dicen que estudios previos han demostrado abrumadoramente su seguridad, los críticos argumentan que la información disponible sobre los efectos a largo plazo aún es limitada, dado que los cultivos han estado en el mercado sólo por unos 15 años.

Seralini formó parte de un equipo que expresó temores sobre la seguridad basándose en un estudio en ratas de menor duración publicado en diciembre del 2009 en una revista científica, pero este lleva las cosas un paso más allá al seguir a los animales a lo largo de su ciclo vital, de dos años.

Monsanto dijo en ese momento que los científicos franceses habían alcanzado "conclusiones no corroboradas".

Seralini cree que sus últimos estudios en ratas aportan un punto de vista más realista y mejor documentado sobre los riesgos que los ensayos de alimentación durante 90 días que forman la base de las aprobaciones de cultivos modificados, ya que tres meses es sólo el equivalente de la primera fase de la edad adulta en ratas.

El francés Jose Bove, vicepresidente de la comisión de agricultura del Parlamento Europeo y conocido opositor de los transgénicos, pidió la suspensión inmediata de todas las cosechas y autorizaciones de importaciones de cultivos genéticamente modificados en la Unión Europea (UE).

El estudio probablemente también generará roces en Estados Unidos, donde quienes se oponen a los transgénicos están luchando en California por lograr que se retiren todos los alimentos genéticamente modificados de la cadena alimenticia.

Nota: Reporte adicional de Sybille de La Hamaide en París; Editado en español por Ana Laura Mitidieri y Juan Lagorio para Reuters.


Maíz y herbicida de Monsanto producen cáncer, según estudio

CAEN, 20 septiembre 2012 (AFP/Milenio) • Un estudio francés que asegura que las ratas alimentadas con maíz transgénico sufren cáncer y mueren antes relanzó este miércoles la polémica sobre los organismos genéticamente modificados (OGM).

Maíz transgénico Monsanto (Agencias)
“Por primera vez en el mundo, un transgénico y un pesticida han sido estudiados por su impacto en la salud a más largo plazo de lo que habían hecho hasta ahora las agencias sanitarias, los gobiernos y la industria. Los resultados son alarmantes”, aseguró Gilles-Eric Seralini, profesor de la Universidad de Caen y director del estudio.

El equipo de Seralini alimentó durante dos años a 200 ratas de tres maneras distintas: solo con maíz transgénico NK603, con maíz transgénico NK603 tratado con Roundup (el herbicida más utilizado del mundo) y con maíz no modificado tratado con el pesticida.

Ambos productos (el maíz NK603 y el herbicida) son propiedad del grupo estadunidense Monsanto.

Durante el estudio el maíz formaba parte de una dieta equilibrada, en proporciones equivalentes al régimen alimenticio en Estados Unidos.

“Los resultados revelan una mortalidad mucho más rápida e importante durante el consumo de los dos productos”, indicó Seralini, quien forma o ha formado parte de comisiones oficiales sobre los transgénicos en 30 países.

“La primera rata macho alimentada con transgénicos muere un año antes que la rata indicador (no alimentada con transgénicos). La primera rata hembra ocho meses antes. En el mes 17 se observan cinco veces más machos muertos alimentados con 11% de OGM”, dijo Serlini, que firmó otro estudios sobre el tema pero a partir de datos de solo 90 días, proporcionados por la industria.

Tumores como pelotas

Los tumores aparecen en los machos hasta 600 días antes que en las ratas indicador (en la piel y los riñones). En el caso de las hembras (en las glándulas mamarias) aparecen una media de 94 días antes en las hembras alimentadas con transgénicos, indica el informe.

Los investigadores reportaron también que 93% de los tumores de las hembras son mamarios mientras que la mayoría de machos murieron por problemas hepáticos o renales. La investigación fue publicada en la revista Food and Chemical Toxicology, en la que muestran imágenes de ratas hembra con tumores más grandes que una pelota de ping pong.

“Con una pequeña dosis de Roundup, que corresponde a la cantidad que se puede encontrar en Bretaña (norte de Francia) durante la época en que se esparce este producto, se observan 2.5 veces más tumores mamarios”, aseguró Seralini.

También es la primera vez, según Seralini, que el pesticida Roundup ha sido analizado a largo plazo. Hasta ahora solo su principio activo (sin sus coadyuvantes) había sido analizado durante más de seis meses.

“Son los mejores tests que se pueden llevar a cabo antes de las pruebas en humanos”, explica el científico.

El director del estudio destacó que en 2011 se utilizaron pesticidas en todos los cultivos de transgénicos a gran escala.

La asociación que agrupa a los cerealeros franceses, Iniciativas Biotecnológicas Vegetales (IBV), declaró en un comunicado su incapacidad “para emitir una opinión de fondo” por no tener acceso al estudio.

A nivel gubernamental, el estudio también provocó las primeras reacciones. Stephane Le Foll, el ministro de Agricultura francés, uno de los países que lucha dentro de Europa para evitar el cultivo de transgénicos, pidió medidas de homologación de estos productos “muchas más estrictas” en la Unión Europea.

En Bruselas, el eurodiputado francés Jose Bové, de Los Verdes, una de las figuras emblemáticas de la lucha contra los transgénicos, pidió la suspensión “inmediata” de las autorizaciones de cultivo de estos productos.

Por su parte la Comisión Europea anunció haber pedido a su agencia responsable de la seguridad de los alimentos que examine los resultados del estudio para “sacar conclusiones”

El estudio, que costó 3 millones de euros, fue financiado por la fundación CERES, que tiene fondos de unas cincuenta empresas que no producen OGM, y por la fundación Charles Leopold Meyer para el Progreso de la Humanidad.

► Expertos desconfían del autor

Al ser contactada por MILENIO, la empresa Monsanto dijo que no tenía información suficiente para otorgar una entrevista, pero destacó en una nota informativa enviada por correo que “en el pasado, hemos tenido conocimiento de reclamos similares hechos por el mismo autor, los cuales fueron sistemáticamente rechazados por trabajos científicos, así como por la European Food Safety Authority (EFSA)”.

Los miembros de la firma señalaron que tuvieron conocimiento ayer sobre el estudio de Seralini, “el cual revisaremos a profundidad, como lo hacemos con todos los informes relacionados a nuestros productos y tecnologías”.

David Spiegelhalter, especialista de la Universidad de Cambridge, descalificó el trabajo del científico francés: “En mi opinión, los métodos, estadísticas y reportes de resultados están muy por debajo del estándar que yo esperaría en un estudio riguroso”, y agregó respecto a la revista especializada que respalda el trabajo de la Universidad de Cane, que “honestamente estoy sorprendido de que hayan aceptado la publicación”.

Monsanto recordó que en junio de 2007, la EFSA descalificó otro estudio de Seralini, al dictaminar que “el análisis estadístico realizado por los autores del trabajo no tuvo en cuenta factores importantes” y que “la metodología empleada llevó a resultados engañosos”.

Además, concluyó la empresa, más de 100 estudios de alimentación y las evaluaciones de las autoridades regulatorias gubernamentales en el mundo, han confirmado de manera continua la seguridad de los organismos genéticamente modificados.