sábado, 13 de octubre de 2012

'Asesinos en serie', una instalación en Nueva York que pone los pelos de punta



NUEVA YORK, 14 octubre 2012 (AFP).- Nueva York tiene decenas y decenas de espectáculos, museos y galerías de arte, aunque siempre hay lugar para algo nuevo y original en la Gran Manzana, como prueba la espeluznante instalación sobre asesinos en serie que acaba de inaugurarse.
Como en otros casos, los visitantes de 'Killers: a Nightmare haunted house' ('Asesinos: una casa embrujada de pesadilla') recorren las diferentes salas examinando detenidamente el espectáculo aunque, a diferencia de lo que sucedería en el Museo Metropolitano, en esta ocasión salen empapados en sangre.
La exposición se realiza hasta principios de noviembre en el barrio de Lower East Side, en el sur de Manhattan y lleva la experiencia de la tradicional casa embrujada por los caminos más lúgubres de la historia criminal estadounidense.
Los actores que merodean en rincones de la instalación representan a asesinos en serie como Jeffrey Dahmer, 'el caníbal de Milwaukee', o Ed Gein, que robaba tumbas y se vestía de mujer, inspirando películas de terror como 'Psicosis', de Alfred Hitchcock, y 'La masacre de Texas'.
Para los visitantes ávidos de espanto, que pagan entre 20 y 60 dólares (entre 15,44 y 46,32 euros), la diversión comienza en la recepción del teatro, donde se exhiben objetos de los asesinos en serie. Entre éstos pueden verse pinturas y poemas como los de Charles Manson, documentos de la policía, y fotografías de la autopsia de Jeffrey Dahmer tras haber sido asesinado en prisión por otro detenido. "Un préstamo de alguien que, por razones evidentes, quiere permanecer anónimo", dijo el portavoz de la muestra, Daniel DeMello.
Unos acomodadores vestidos como agentes del FBI, la Oficina Federal de Investigaciones estadounidense, hacen formar fila a la multitud antes de dejar entrar a pequeños grupos a través de cortinas negras en la casa del horror. Quienes quieren ser tocados por los actores llevan pintada la cabeza con sangre falsa.
Una vez dentro, lo que más se escucha son gritos, de los actores -como la mujer que observa cómo un doctor psicótico le amputa una pierna- o de los visitantes.
Motosierras, un pasillo ensangrentado, un asesino electrocutado en la silla eléctrica, una condesa húngara del siglo XVI preparando un baño con sangre de jóvenes mujeres: incluso para quienes no se asustan, la puesta en escena tiene un efecto espeluznante.
El director del espectáculo, John Harlacher, afirma que los asesinos en serie generan una particular atracción en Estados Unidos. "Están por todo el mundo, pero en Estados Unidos, la cultura los eleva al rango de celebridades", explica Harlacher, agregando que los asesinos psicóticos estadounidenses incluso hasta respetan valores nacionales tradicionales, como "planea con tiempo, trabaja duro".
Harlacher espera unos 35.000 visitantes hasta principios de noviembre.
Entre el público presente esta semana se encontraba un hombre que sabe algo acerca de asustar a la gente: el director de la célebre película 'El exorcista', William Friedkin, quien salió con el pulgar en alto, aprobando lo que acababa de ver.
Para otra visitante menos conocida, Alexandra Balabuer, de 21 años, la experiencia también fue satisfactoria: "Fue divertido. Me asusté, pero me divertí mucho", señaló.