sábado, 6 de septiembre de 2008

Algunos creen que el mundo podría acabarse el próximo miércoles por la creación de un agujero negro

GINEBRA, 6 septiembre 2008 (BBC).- Son temores infundados, dicen los expertos. Lo único cierto es que está a punto de llevarse a cabo el mayor y más caro experimento científico que se ha llevado a cabo en la historia de la humanidad. Los científicos esperan recrear las condiciones del universo tras el Big Bang.

Se trata del Gran Colisionador de Hadrones (LHC en sus siglas en inglés), el mayor y más potente acelerador de partículas que se ha construido en el mundo.

El proyecto, de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), es un túnel de 27 kilómetros de circunferencia ubicado entre Francia y Suiza a una profundidad de entre 50 y 150 metros.

El objetivo, afirman los investigadores, es comprender mejor el universo.

El LHC acelerará dos haces de protones -pequeñísimas partículas subatómicas- en sentidos opuestos, a velocidades extremadamente rápidas, (hasta más de 99,9% de la velocidad de la luz).

Esto significa que los protones que correrán a lo largo del túnel podrán llegar a dar hasta 11.000 vueltas por segundo.

Y el choque de estas partículas recreará las condiciones en que se encontraba el universo fracciones de segundo después del Big Bang, hace más de 13.000 millones de años.

El LHC no tiene en absoluto ninguna posibilidad de destruir nada más grande que unos cuantos protones. Y esta afirmación no está basada en supuestos teóricos
Prof. Brian Cox, CERN
Éste no es el primer colisionador de átomos que se construye, pero sí es el más veloz y el más potente.

En cuatro puntos a lo largo del túnel, el LHC contiene unos enormes instrumentos (detectores de partículas) que actuarán como microscopios subatómicos.

En éstos, llamados Alice, CMS, LHCb, y Atlas, se analizarán las colisiones y las cascadas de nuevas partículas que se crearán.

La idea, dicen los físicos del CERN, es entender las fuerzas fundamentales de la naturaleza y las partículas subatómicas que componen toda la materia.

Y es que, tal como explican los físicos del CERN, para entender de qué están hechas las cosas y las fuerzas que las mantienen juntas es necesario descomponer los constituyentes subatómicos de la materia.

Pero además los científicos esperan resolver algunos de los mayores problemas de la física. Por ejemplo ¿de qué está formada la materia oscura?, ¿por qué no hay antimateria? ¿existen otras dimensiones y universos paralelos o se trata sólo de ciencia ficción?

Si se produjera un agujero negro sería microscópico y se evaporaría pronto.
Algunos han sugerido que estas colisiones y la energía involucrada en el experimento podrían crear "mini" agujeros negros que pondrían en riesgo al planeta.

Los científicos del CERN concluyeron en un informe publicado en agosto pasado que "no hay ningún riesgo concebible".

Tal como señala el doctor Brian Cox, físico del CERN, "el LHC no tiene en absoluto ninguna posibilidad de destruir nada más grande que unos cuantos protones".

"Y esta afirmación no está basada en supuestos teóricos", agrega.

Cualquier experimento científico, desde genética hasta física de partículas, debe ser sujeto a escrutinios rigurosos para asegurarse de que no se producirán resultados peligrosos.

El informe del CERN, comisionado por los gobiernos que participan en el proyecto, afirma que "durante los pasados miles de millones de años la naturaleza ya ha generado en la Tierra colisiones equivalentes a un millón de experimentos como los del LHC".

"Y nuestro planeta todavía existe", agrega el documento.

Las partículas viajarán a la velocidad de la luz por el túnel de 27 kilómetros.
"No hay bases para preocuparse sobre las consecuencias de las nuevas partículas o formas de materia que podrían producirse en el LHC".

Aunque los autores confirman que en el colisionador podrían crearse agujeros negros "microscópicos", éstos tendrían una vida muy corta.

Tal como señala el profesor Cox "estos pequeños agujeros negros no serían nada parecidos a los que se crean cuando las estrellas se colapsan".

"Los mini agujeros se evaporarían muy pronto e incluso, si no ocurre así, serían tan pequeños que sería imposible que la materia se acercara tanto a ellos como para poder ser aspirada", agrega.

El proyecto ha tomado 20 años de preparación, ha costado US$10.000 millones y en éste han participado unos 10.000 científicos de 70 países.

Según los expertos "es la mayor aventura de la ciencia desde el alunizaje de las naves Apolo".

"Y promete una nueva era en nuestro entendimiento del universo en que vivimos".

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