jueves, 25 de octubre de 2012

Condenan a seis años de cárcel a siete científicos por no predecir el terremoto de LAquila







ROMA, 24 octubre 2012 (EP/EFE).- El Tribunal de L'Aquila condenó hoy a seis años de cárcel a los siete miembros de la Comisión de Grandes Riesgos que se reunieron seis días antes del terremoto que azotó la región de Los Abruzos en abril de 2009, causando más de 300 muertos, y no dispusieron medidas de prevención ante un posible sismo.


El juicio en primera instancia comenzó el 20 de septiembre de 2011 y supuso el proceso más importante después de la investigación que se inició tras el terremoto del 6 de abril de 2009, que causó más de 300 muertos y devastó la región Los Abruzos y el centro histórico del L'Aquila.

Sobre los condenados pesaba la acusación de haber realizado en su encuentro "una evaluación del peligro sísmico totalmente aproximada, genérica e ineficaz en relación a la actividad de la comisión y a los deberes de prevención y precisión del riesgo sísmico".

Los condenados son el entonces presidente de la Comisión de Grandes Riesgos, Franco Barberi; el subdirector del sector técnico del departamento de la Protección Civil, Bernardo De Bernardinis, y el presidente del Instituto nacional de Geofísica y Vulcanología, Enzo Boschi.

Asimismo, han sido castigados con seis años de cárcel el director del Centro Nacional de Terremotos, Giulio Selvaggi; el director del Centro Europeo para la Formación y la Investigación de la Ingeniería Sísmica (Eucentre), Gian Michele Calvi; el profesor de Física de la Universidad de Génova, Claudio Eva, y el director de la Oficina de Riesgo Sísmico de la Protección Civil, Mauro Dolce.

Tras conocerse la sentencia, el abogado Marco Petrelli, letrado de Barberi, consideró que se trata de una decisión "asombrosa e incomprensible, en materia de derecho y en la valoración de los hechos".

El abogado de De Bernardinis, Filippo Dinacci, señaló, por su parte, que la sentencia tendrá "grandes repercusiones sobre el aparato de la Administración Pública" y agregó que a partir de ahora "nadie hará nada".

En la investigación, conducida por la Fiscalía de L'Aquila, participaron algunos vecinos de la capital de la región de Los Abruzos, que ofrecieron su testimonio sobre sus denuncias tras los temblores que se registraron continuamente en los meses previos a la gran sacudida, que alcanzó los 5,8 grados de magnitud en la escala de Richter.

De hecho, esta parte de la investigación sobre el terremoto se abrió después de que una treintena de ciudadanos denunciaran que la Comisión de Grandes Riesgos se reunió el 31 de marzo de 2009, días antes del seísmo, sin alertarles después del peligro que podían correr sus vidas.


Comunidad científica en ascuas por condena a sismólogos italianos

ROMA, 24 octubre 2012 (BBC).- El dictamen de un tribunal italiano que condenó este lunes a seis científicos prestigiosos y un exfuncionario a seis años de cárcel por no advertir sobre el terremoto de 2009 en L'Aquila ha dejado indignada a la comunidad científica italiana y la internacional.


Podría sentar un precedente dañino, señala el corresponsal de la BBC en Roma, Alan Johnston. "Muchos colegas podrían sentir poco interés en compartir su conocimiento con el público por miedo a eventuales demandas", dice.

Entre los científicos sentenciados se encuentran algunos de los geólogos y sismólogos más prestigiosos de Italia, que integraban la Comisión de Pronóstico y Prevención de Grandes Riesgos.

A finales de marzo, estos expertos estimaron que el riesgo de que se produjera un sismo de gran magnitud en la región de Abruzzo era muy leve, pero el 6 de abril un terremoto de 6,3 en la escala de Richter causó más de 300 muertes, dejó un millar de heridos y devastó el centro histórico de ese pueblo medieval.

Una serie de temblores menores había sacudido a la región durante los cuatro meses previos y a pesar de ello, describieron la situación como "normal" e incluso "favorable", ya que los interpretaron como una liberación de energía "positiva".

En general, los expertos en sismología coinciden en que los "enjambres" de temblores menores no necesariamente predicen un sismo mayor, sino más bien todo lo contrario: las posibilidades de que les siga una catástrofe llegan a apenas un 2%.

Pero el juez Marco Billi halló que los expertos podrían haber salvado vidas si no hubieran persuadido a los habitantes de la zona de permanecer en sus casas.

Los condenó a seis años de prisión, determinó que cada uno pague compensaciones de cerca de US$12 millones y prohibió que en su vida vuelvan a ocupar cargos públicos, en una sentencia mucho más dura que la que reclamaba la fiscalía.

Y es que Billi, después de largas deliberaciones, los encontró culpables de homicidio culposo múltiple y lesiones por negligencia.

Un problema de comunicación

Poco antes de que se conociera el veredicto, unos 5.000 científicos italianos firmaron una carta abierta al presidente Giorgio Napolitano en apoyo a los colegas sentados en el banquillo.

A ellos se ha plegado en masa la comunidad científica internacional, que repudió la sentencia por injusta y peligrosa.

Algunos han apuntado que el asesoramiento de la Comisión de Pronóstico y Prevención de Grandes Riesgos podría haber sido comunicado de forma más clara, o que se podría haber enfatizado más el leve riesgo de un gran terremoto, pero en general coinciden en que a la luz de los datos y las herramientas disponibles, su pronóstico fue válido.

"Lo que dijeron fue correcto y cualquier sismólogo los apoyaría", dice Roger Musson, del British Geological Survey. "Me parece mal que hayan sido condenados por ofrecer el mejor asesoramiento científico posible", agrega.


"La lección, para mí, es que los asesores en materia científica deben retener el mayor control posible sobre la comunicación de su trabajo, y recibir entrenamiento para tratar con el público", añade.

Desde la propia Comisión de Grandes Riesgos, el ahora presidente Luciano Maiani señala que "es imposible proveer asesoramiento de forma profesional y compuesta bajo esta loca presión judicial y mediática".

El lunes a la tarde, uno de los científicos acusados, Bernardo de Bernardinis, dijo: "Sé que soy inocente a los ojos de Dios y de los hombres, pero si todas las instancias del proceso judicial me hallan culpable, entonces aceptaré mi responsabilidad".

Otro de los condenados, Enzo Boschi, dijo sentirse "abatido y desesperado". "Pensé que sería absuelto. Todavía no entiendo de qué me han encontrado culpable", agregó.

Las sentencias en Italia no se hacen efectivas hasta que se supera al menos una instancia de apelación, de forma que se espera que los científicos no vayan a la cárcel de forma inmediata.


Ola de dimisiones en Italia tras la condena a seis científicos por el terremoto de LAquila

ROMA, 24 octubre 2012 (ABC).- El presidente de la Comisión de Evaluación de Grandes Riesgos,Luciamo Maiani, ha presentado este martes su dimisión en solidaridad con los seis científicos y el funcionario que han sido condenados a penas de seis años de cárcel por no haber previsto el terremoto que en 2009 destrozó la región de L'Aquila, ha informado el diario «La Stampa».


Tras la dimisión de Maiani, ha presentado su renuncia el vicepresidente del organismo, Mauro Rosi, el presidente emérito de la institución, Giuseppe Zamberletti, y el director del Instituto de Tecnologías de la Construcción de la Comisión de Grandes Riesgos, Roberto Vinci. El director de la sección de Riesgos Químicos y Volcánicos de la Comisión de Riesgos Naturales, el profesor Mauro Dolce, también ha decidido presentar su dimsión.

La dimisión del presidente y los altos cargos de la Comisión de Evaluación de Grandes Riesgos ha llegado un día después de que seis de sus científicos y un funcionario fueran condenados a penas de seis años de prisión por no haber previsto el seísmo que destrozó en 2009 la región de L'Aquila.



Fotos: Imágenes del terremoto de L'Aquila, Italia, 2009 (Agencias)