jueves, 11 de octubre de 2012

Mitch Comer, el chico que creció encerrado en su cuarto por sus padres

LOS ÁNGELES, 10 octubre 2012 (Sky News).- Mitch le contó que su padrastro había decidido que él ya era un hombre y le había echado de casa con esos 200 dólares en una mano y una lista de albergues para indigentes de Los Ángeles en la otra. Gonzalez, policía retirado del cuerpo de Los Ángeles, decidió investigar más a fondo porque Mitch actuaba de forma tan pueril que bien podría tener menos edad de la que afirmaba.

Cas donde creció Mitch Corner y fotografía de sus padres (AP)

Y lo que descubrió fue que el echar a Mitch de casa fue el mayor acto de bondad que se podría esperar del hombre que le había criado. Porque Paul Comer había obligado a su hijastro a dejar el colegio en octavo curso (a los 13 años) y desde entonces lo había tenido encerrado en su cuarto. Así pasó Mitch esos cinco años hasta que le obligaron a subir al autobús, aislado, malnutrido (asegura que le daban de comer con irregularidad, generalmente cereales con leche o sopa) y sin tener contacto alguno con las hermanas que vivían con él.
Desde que se conoció esta historia hace unas semanas, la policía de Georgia ha ahondado en sus pesquisas. El sheriff del condado de Paulding, Kyle Shelton, contó que había visitado la casa, y que ésta estaba sucia y olía mal. Menos el baño, pero eso porque Mitch solía limpiarlo para huir del aburrimiento cuando, después de gritar un rato, retiraban el frigorífico que le encerraba en el cuarto y le dejaban acceder a él. Podía haber escapado por la ventana pero el joven confesó que le daba miedo porque le aterrorizan los bichos.
Otros medios sí han logrado dar con la abuela materna de Mitch, Diane Powell, que vive en Cedar Rapids (Iowa) y que afirma no haber visto a su nieto desde que era un bebé. "Le maltrataban de una manera terrible", les dijo. "Se lo eché en cara a mi hija y desapareció de mi vida". Los vecinos de los Comer, cuyos hijos solían jugar con las hermanas de Mitch, aseguran que no lo habían visto en los dos años que llevaban viviendo allí.
Los padres, mientras, afirman que si estuvo encerrado fue porque estaba castigado y que si se fue a Los Ángeles era porque quería ser actor. Aseguran también que el niño comía tres veces al día, la misma comida que ellos y que la puerta nunca estuvo bloqueada por un frigorífico.
Han sido detenidos por abuso infantil mientras la policía investiga por qué esta familia ha vivido en 15 casas y en cinco Estados diferentes desde finales de los 90. Sus hijas han pasado a custodia de los servicios sociales.