LUISIANA, 19 enero 2013 (UniRadio).- Una regla entre los delincuentes dice que un buen disfraz es esencial a la hora de planificar cualquier crimen. Sin embargo, Richard Bourdeaux no lo tuvo en cuenta cuando decidió asaltar un restaurante de mariscos en Louisiana, Estados Unidos, y se vio obligado a cubrirse la cabeza con un balde.
En busca de un poco de dinero rápido, el improvisado ladrón pensó que un robo al local de comida donde solía trabajar le proporcionaría efectivo de manera sencilla. Sin embargo, cuando salió de su casa se olvidó la máscara para cubrirse la cara. Al entrar al negocio, inmediatamente se acordó de las cámaras de seguridad instaladas y lo mejor que se le ocurrió para ocultar su identidad fue ponerse un balde en la cabeza.
"Bourdeaux llevaba guantes para evitar dejar huellas dactilares", declaró un oficial de la Policía local. "Tenía ropa de camuflaje, pero olvidó lo más importante: cubrirse el rostro".
A pesar de encontrar el balde y ocultar su cara durante el asalto, las cámaras lograron captar durante un segundo el rostro de Bourdeaux antes de que se lo cubra. Lo suficiente para que la Policía logra identificarlo y detenerlo.