Los hechos ocurrieron hace unos días en la localidad cisjordana de Kafer Sur, en el distrito de Tulkarem, cuando un grupo de niños jugaba al fútbol, informó la agencia palestina Maan.
Uno de ellos le propinó un fuerte golpe a la pelota y la mandó a una zona controlada por el Ejército israelí, delimitada por una valla alambrada de seguridad que impide el acceso.
Según Maan, se trata de “tierras confiscadas por las autoridades israelíes para construir la barrera de separación (de Cisjordania) a través de su aldea”, por lo que sólo los soldados pueden acceder a ellas.
Sin posibilidades de recuperar su balón, los menores resolvieron apelar directamente a la ONU para solicitar su intervención, argumentando que Israel ha infringido sus derechos al no devolverles la pelota o permitirles a ellos mismos rescatarla.
Además, consideran que tienen derecho a jugar en sus tierras sin ninguna restricción, elevando nuevamente la polémica alrededor de la barrera que Israel comenzó a construir en 2002.
Fotos: Internet / MaanImages