Suhana Mohamad se encontraba en su casa de Cheras, un barrio a las afueras de la capital Kuala Lumpur, cuando ocurrió el fatal accidente. Según las primeras informaciones ofrecidas en el medio local Kosmo, fue su marido, un oficial de policía de ese país, quien encontró a Mohamad y la llevó al hospital, donde solo pudieron certificar su muerte.
Aunque este tipo de muertes están lejos de ser frecuentes, ya se han dado a conocer varios casos de personas que han sufrido quemaduras o amputaciones por incidentes similares con los smartphones.
Al igual que en otras ocasiones, en este caso también -no ha trascendido la marca del teléfono de la fallecida- se sitúa en el punto de mira el cargador no homologado que podría estar usando la víctima en el momento de su muerte o el uso de baterías de imitación.
Fuente: El Economista
