MADRID 26 septiembre 2018 (El País).- Casi cuatro siglos después de que la Inquisición condenara a Galileo Galilei por hereje emergen nuevos detalles sobre el caso. Salvatore Ricciardo, un estudiante de posgrado de la Universidad de Bérgamo, ha encontrado en un archivo mal datado de la Royal Society una carta del científico a un amigo en la que trataba de matizar las ideas expuestas en otro documento por las que finalmente le condenarían, según publica Nature.
Hay varias copias de la carta y existen dos versiones diferentes, la que fue enviada a la Inquisición en Roma y otra con un lenguaje más matizado. Existen también múltiples copias en distintos depósitos. Como la original se perdió, no se sabía si eran los acusadores los que habían manipulado la carta para fortalecer sus argumentos en favor de una condena por herejía —como se quejaba el astrónomo ante sus amigos— o si Galileo escribió la versión más potente y después decidió suavizarla, como ahora se demuestra.
¿Qué decía en esa misiva? La carta hallada tiene siete páginas, está fechada el 21 de diciembre de 1613 y firmada G.G. y parece resolver este misterio. Está enviada a su amigo Benedetto Castelli y en ella asegura que como en la Biblia hay pocas referencias a la astronomía, estas no deben ser tomadas al pie de la letra porque, además, estaban simplificadas para que la gente las entendiera. Y lo que es más importante: Galileo asegura que la teoría heliocéntrica formulada por Copérnico 70 años antes no era incompatible con la Biblia.
Castelli devuelve al astrónomo la carta con la que se inició la persecución en 1613. La que se conserva en los archivos vaticanos es la que el clérigo dominico Niccòlo Lorini envió en 1615 a la Inquisición, la que sería fatal para el destino de Galileo, la que este intentó matizar. En efecto, Galileo envió la versión suavizada a su amigo Piero Dini, clérigo en Roma, y le urgió a que se la mandase al Vaticano asegurando que la otra había sido manipulada y quejándose de la "malicia y la ignorancia" de sus amigos. Esa es la versión que se ha encontrado ahora.
Mitos y burlas
El 22 de junio de 1633, el físico y astrónomo, de 69 años, fue obligado a abjurar de rodillas de su doctrina ante la comisión de inquisidores. Ni siquiera llegó a decir "eppur si muove" (y sin embargo, se mueve). Tras esa abjuración, se le conmutó la condena a prisión perpetua por el arresto domiciliario de por vida. Moriría en 1642.
En 1632, Galileo publicó su Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, en el que defendía la concepción heliocéntrica del universo formulada por Copérnico. Es decir, Galileo sostenía que la Tierra giraba en torno al Sol. Esta teoría ya había sido censurada por la Inquisición en 1616 y la prohibición es, precisamente, objeto de burla en el texto de Galileo.
Los análisis dejan probado que la carta la escribió él y que ha dormido 250 años en los archivos de la Royal Society. Su validez ha sido certificada también por Allan Champan, historiador de la Universidad de Oxford y presidente de la Sociedad de Historia de Astronomía que celebra las nuevas perspectivas que este documento aporta sobre "un periodo crítico de la historia".
La edición incluye una frase en la que se sustituye "falso" por "una mirada diferente de la verdad" o, por ejemplo, "ocultar" por "cubrir" y otras modificaciones que Ricciardo —junto con su director de tesis, Franco Giudice, y el historiador Michelle Camerotta— anota en un estudio que recoge el boletín de la Royal Society Notes and Records
Imagenes: Nature