MADRID, 8 diciembre 2010 (El Mundo).- Investigadores canadienses y españoles descubrieron una nueva especie de bacteria, llamada Halomonas titanicae, en los restos del Titanic que está contribuyendo a su deterioro.
El descubrimiento fue realizado por los investigadores Henrietta Mann, de la Universidad de Delahousie (Canadá), y Cristina Sánchez-Porro y Antonio Ventosa, de la Universidad de Sevilla, en un "rusticle" del Titanic a unos 4 mil metros de profundidad.
"Rusticle" es el nombre dado a formaciones que aparentan estalactitas pero que está creadas por la corrosión del metal, como el del Titanic, en la profundidades marinas.
La Universidad de Dalhousie dijo a través de un comunicado que la bacteria Halomonas titanicae parece ser la responsable de la creación de los "rusticles" junto con otros organismos que aceleran la corrosión del metal.
La universidad añadió que el descubrimiento de esta bacteria "revela un nueva amenaza bacterial potencial al exterior de navíos y estructuras sumergidas de metal como explotaciones petrolíferas".
Sin embargo, también abre la puerta para que Halomonas titanicae puede ser utilizar para reciclar el metal de viejos barcos y explotaciones petrolíferas.
"Creemos que Halomonas titanicae juega un parte en el reciclado de estructuras de hierro a ciertas profundidades. Esto podría ser útil para el desmantelamiento de viejos navíos y plataformas petrolíferas que han sido limpiados de toxinas y hundidos en el océano"
Una de las preguntas que se han planteado los investigadores es si la bacteria estaba presente en el Titanic antes de su hundimiento el 15 de abril de 1912, lo que provocó la muerte de mil 517 personas, o si es exclusiva de este pecio.
"No sabemos todavía si esta especie llegó a bordo del Titanic antes o después de su hundimiento"
Investigación conjunta
Desde hace tiempo, un grupo científico de la Universidad de Halifax (Canadá), situada cerca del lugar donde descansan los restos del mayor barco de pasajeros de principios del siglo XX, estudiaba el efecto que pueden tener las bacterias sobre el acero en el proceso de corrosión. En una de las inmersiones de un submarino ruso hasta el pecio los investigadores canadienses lograron que se tomasen muestras de una de las estructuras esponjosas creadas en el proceso de corrosión sobre el casco del barco hundido en 1912.
En las muestras encontraron bacterias que podrían estar relacionadas con las Halomonas por lo que enviaron una muestra a Sevilla al laboratorio que dirige Antonio Ventosa en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla.
"Efectivamente allí había Halomonas, pero cuando nos pusimos a identificarla nos dimos cuenta de que se trataba de una especie nueva que nadie había encontrado hasta ahora. Le pusimos el nombre de titanicae en honor al curioso sitio donde se había encontrado"
Al margen de la anécdota del Titanic, las condiciones ambientales en las que fue encontrada la bacteria eran especialmente duras. La nave se encuentra en el océano Atlántico a casi 3 mil 800 metros de profundidad, con las condiciones de presión, salinidad y ausencia de luz que esto conlleva.
Estas características convierten a la nueva bacteria en un organismo extremófilo, es decir, que es capaz de vivir en condiciones extremas bajo las cuales la mayoría de los seres vivos no podrían vivir. Este tipo de formas de vida son utilizadas por los astrobiólogos como modelo de la vida que podría haber en otros planetas del Universo.
Fotografía: International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology