WASHINGTON, 9 septiembre 2008 (EFE).- Don Gorske es un hombre de palabra. Cuando en 1972 se comió su primer "BigMac" de McDonalds, le gustó y, 36 años después, sin fallar más que un día, lleva comidas 23.000 hamburguesas.
Esta fidelidad a la doble hamburguesa con queso representa todo un récord grasiento, que el amante del BigMac consiguió batir el mes pasado, que según informan hoy medios locales, al menos, le sirvió para salir en los diarios de su pueblo, Fond Du Lac, en el norteño estado de Wisconsin.
Además de su gusto por el BigMac, este hombre de 54 años, tiene otras manías: guarda cada recibo de sus queridas hamburguesas en una caja y...asegura que, desde entonces, salvo en una ocasión, jamás ha pasado un día de su vida sin comerse una.
El día de la excepción, fue aquel en el que falleció su madre. Lo hizo por respeto a su memoria.
En contra de lo que se podría pensar, Gorske no está gordo. Sólo está enamorado de estas hamburguesas porque, dice, "son lo mejor de mi día".