LONDRES, 9 septiembre 2008 (Reuters).- Investigadores de la universidad de Sussex, Inglaterra, descubrieron que el alcohol atrofia la capacidad cerebral para formar memorias, provocando que los eventos anteriores a beber un trago se fijen más fuertemente, mientras que aquellos que ocurren tras beber, se fijan menos.
De acuerdo con un artículo publicado por el Daily Telegraph, esto significa que mientras un bebedor puede recordar eventos placenteros como el socializar con amigos al inicio de una sesión de bebida, es menos capaz de recordar los efectos negativos ocurridos posteriormente.
La profesora Theodora Duka, del departamento de sicología experimental de la Universidad de Sussex, dijo: "Esta tendencia hacia los recuerdos positivos quiere decir que la gente se inclinará a beber más la próxima vez porque sólamente recuerda las cosas buenas de la sesión anterior.
"No está totalmente claro cómo el alcohol cambia la manera en la que se crean los recuerdos, pero puede ser que altere los neurotransmisores que forman la memoria"