LIMA, 21 enero 2009 (BBC).- Solía alimentarse de estiércol, pero ahora, el humilde escarabajo estercolero ha encontrado más apetitosas a las criaturas de carne.
Científicos estadounidenses filmaron en Perú a la feroz especie (Deltochilum valgum) mientras atacaba y devoraba a ciempiés 10 veces más grandes que él.
Así que el insecto se volvió carnívoro y ahora prefiere decapitar a su presa antes de devorarla, afirman los científicos en la revista Biology Letters (Cartas de Biología) de la Sociedad Real Británica.
Se trata, dicen los autores, de un raro ejemplo de una especie coprófaga que se vuelve carnívora.
"Es una transición increíble" afirma el doctor Trond Larsen, quien dirigió la investigación en la Universidad de Princeton.
"A pesar de su cercana relación con las especies que se alimentan de excremento, el D. valgum ha abandonado totalmente su conducta coprófaga".
Rodando bolas
Los estercoleros se alimentan de heces de ganado vacuno que juntan en bolas para hacerlas rodar con sus patas traseras.
Es por eso que hasta ahora, estos insectos no sobresalían por sus instintos depredadores.
Pero después de presenciar varios ataques contra ciempiés, el doctor Trond Larsen decidió investigar si los estercoleros realmente cazaban a sus presas.
En una selva peruana el doctor Larsen colocó más de 1.000 trampas con distintos tipos de alimentos para tentar a los insectos.
Éstos incluían el tradicional menú de heces, hongos y fruta así como ciempiés, tanto vivos, heridos o muertos.
Los investigadores descubrieron que el D. valgum se alimentaba exclusivamente de ciempiés, y prefería a la presa viva, pero herida.
El doctor Larsen utilizó cámaras infrarrojas para filmar a un escarabajo adulto atacando y matando a un ciempiés herido.
Para poder manejar el mayor tamaño de la presa, dice el investigador, el escarabajo la decapitaba primero con su cuerpo blindado.
Igual que la especie coprófaga utiliza la boca para extraer bacteria del estiércol y carroña, la especie carnívora la usa como arma de asalto para matar a su presa de mayor tamaño.
Despiadado
Cuando se colocó a ambos animales juntos en una cámara de observación, los escarabajos (que miden unos 7 u 8 mm. de ancho) comenzaron su ataque atrapando el cuerpo del ciempiés con sus patas medias y traseras.
Los ciempiés (que miden hasta 110 mm. de largo) respondían enrollando su cuerpo en espiral o sacudiéndose para resistir el apretón del insecto.
El escarabajo entonces esperaba a que disminuyera la sacudida de su presa para insertar sus cuernos blindados en varios segmentos del cuerpo del ciempiés cortándolo simultáneamente con sus colmillos.
"Durante una de las masacres que observamos -dice el doctor Larsen- el escarabajo utilizó una fuerza de apalancamiento para separar la cabeza del ciempiés del resto de su cuerpo".
El descubrimiento, afirman los científicos, demuestra cómo los pequeños cambios en la fisiología de una especie puede conducir a cambios gigantes en su conducta.
Los investigadores nunca vieron a los escarabajos estudiados rodando bolas de estiércol.
En vez de esto, utilizaban sus poderosas patas traseras para arrastrar al ciempiés muerto hacia un lugar seguro y allí comenzar a devorarlo.
Y a diferencia de muchas otras especies de estercoleros que esconden sus bolas de heces, el D. valgum suele cubrir los restos de su presa muerta con hojas, una vez que limpió totalmente el tejido suave del interior de su cuerpo.
Adaptación a la competencia
"Parece un salto enorme de ser un carroñero a volverse un cazador", afirma el doctor Adrian Forsyth, otro de los autores del estudio.
"Pero la pregunta que surge es ¿cómo pasaron de la A a la Z? Sabemos mucho de los escarabajos estercoleros que se ven atraídos por insectos muertos por el potente olor a cianuro que despiden".
"Pero ahora encontramos a esta especie que al parecer no puede esperar a que su presa esté muerta", agrega el investigador.
"El insecto parece pensar que no importa si la presa está viva o muerta, de cualquier forma la comerá".
Los científicos creen que una explicación de esta inusual transición evolutiva podría ser los altos niveles de competencia por el alimento.
Se ha visto a los adultos defendiendo agresivamente sus bolas de heces de otros escarabajos, empujándose y persiguiéndose entre sí.
Y la misma conducta se ha visto entre escarabajos que capturan a ciempiés.
Este extraordinario salto evolutivo, dicen los autores, podría ser el resultado de una adaptación a la competencia.
Se cree que en la misma área geográfica pueden vivir unos 80 o más especies distintas de escarabajos estercoleros.
miércoles, 21 de enero de 2009
El escarabajo ya no come estiércol
2:02:00 p.m.
Animales, Descubrimientos científicos, Gastronomía