Lisboa, 16 enero 2009 (EFE).- La posibilidad de que Barack Obama elija un perro de aguas portugués como animal de compañía de sus dos hijas ha sido acogida con entusiasmo en Portugal, donde se cree que el gesto puede fomentar el turismo y popularizar esa raza canina.
El presidente electo de EEUU dijo la semana pasada que pensaba escoger el perro para sus hijas entre ejemplares de la raza portuguesa o de un cruce de labrador con doodle (o labradoodle), y su anuncio ha sido muy comentado desde entonces en la prensa, la radio y la televisión lusa.
La Entidad de Turismo del Algarve, la región meridional lusa de donde es originario el perro de aguas, ofreció enviar a EEUU un ejemplar para las hijas de Obama, Sasha, de siete años, y Malia, de diez.
El presidente del organismo, Antonio Pina, dijo a los periodistas que incluso está dispuesto a ir a los Estados Unidos para entregar en mano el cachorro al futuro presidente.
Pina adelantó además que si Obama le pidiese una sugerencia para el nombre de la mascota propondría directamente el de su región, "Algarve".
Otras personas vinculadas al sur de Portugal y algunos criadores del perro de aguas han dicho a los medios lusos que si los Obama se deciden por el can portugués será sin duda un aliciente para atraer turistas a las playas del Algarve, que ya en la pasada temporada se resintieron de la crisis.
El can de agua luso, de medio metro de altura, debe su nombre a que es un excelente nadador y era utilizado por los pescadores del Algarve para cobrar los peces escapados de las redes u objetos caídos al agua y para cuidar sus embarcaciones en tierra.
También los usaban en alta mar como mensajeros entre los barcos, y sus estampas más antiguas muestran que le solían esquilar las patas y la parte trasera del cuerpo, para facilitar los movimientos en el agua, mientras le dejaban largo el pelo del pecho y la cabeza, que le daba un aire de león, para protegerle del frío.
Los ejemplares de esta raza son considerados buenos para el trabajo, cariñosos con los niños y fáciles de educar. La selección de la mascota presidencial, que debe ser compatible con la alergia de la pequeña Malia y que Obama espera rescatar de algún refugio de perros, también ha desatado gran expectación entre la opinión pública estadounidense.
Pero al otro lado del Atlántico hay portugueses que esperan que la decisión del futuro presidente norteamericano no tenga sólo efectos domésticos y traiga también algún beneficio para el país ibérico.
Continua en la nota: Se acaba la controversia: Los Obama ya tienen un perro de agua portugués llamado Bo, publicada el 12 de abril 2009.
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