LONDRES, 3 enero 2009 (Reuters).- Un restaurante londinense ha decidido suprimir las facturas el próximo mes, pidiendo a los clientes que paguen lo que quieran por sus comidas, una propuesta diferente para sobreponerse a la crisis financiera.
El restaurante Little Bay en el centro de Londres, uno de los cuatro pertenecientes al restaurador Peter Ilic, presentará durante febrero a los clientes una factura en blanco cuando soliciten la cuenta, dejando en sus manos decidir cuánto merece la comida.
"Cualquier cosa entre un céntimo y cincuenta libras (55,4 euros) me alegraría, está totalmente en manos del cliente la decisión", dijo Ilic el martes, confiado sobre los resultados en su restaurante colorido y artístico, conocido por su estilo de cocina mediterránea.
"Sencillamente parecía lo adecuado con todo el mundo sintiéndose pobre y maltratado".
La situación ha sido complicada para los restaurantes de Londres durante los últimos meses, con la crisis de crédito y una recesión cada vez más grave golpeando a todos, desde trabajadores comunes hasta banqueros generosamente remunerados.
Donde hasta ahora los gestores de fondos del distrito financiero conocido como la City buscaban el gasto más ostentoso posible en comidas, ahora impera la austeridad y el regateo.
Ilic, presente desde hace años en el negocio hostelero de Londres, es conocido por su comida gourmet de alta calidad, pero ahora ha dado un paso más reduciendo los precios a cero.
"Hemos visto mucha más gente de la City viniendo al restaurante últimamente, buscando comida de más valor" dijo, explicando que obtuvo la idea de iniciativas similares a la de Radiohead vendiendo su último CD.
"Los clientes han pagado ya un 20 por ciento más que el precio original. La gente quiere ser educada y se sentirían avergonzados de no pagar lo suficiente".
Lo único que los clientes están obligados a pagar son sus bebidas, pero para aquellos que realmente sufran la crisis de crédito, el agua de grifo se sirve gratuitamente.