sábado, 4 de abril de 2009

Celebran 330 princesas urbanas fiesta en el Zócalo de la Ciudad de México

CIUDAD DE MÉXICO, 4 abril 2009 (EFE).- Un total de 330 jovencitas engalanaron esta tarde la Plaza de la Constitución, donde se realizó el tercer gran baile de las quinceañeras convocado por el Gobierno de la Ciudad.

Con música de Strauss, ellas protagonizaron su baile por espacio de 45 minutos, en un templete donde eran observadas por amigos y familiares.

No hubo en esta ocasión las grandes multitudes que atestiguaran y que abarrotaran la plancha del Zócalo, como hace dos años cuando era una novedad.

Con vallas metálicas, los curiosos y transeúntes quedaban lejos del festejo, a más de 30 metros del templete.

A diferencia de otros años, los papás de las quinceañeras y amigos de éstas tuvieron sitios exclusivos, lejos de los apretujones.

Lo que no cambió fue que por tercer año consecutivo, Marcelo Ebrard, jefe de gobierno capitalino, fue padrino de honor y otra vez se encargó de llevar el pastel.

De nueva cuenta, el mandatario dirigió unas palabras a la concurrencia, donde enfatizó la política de equidad de su administración.

A nombre de las 330 quinceañeras, una de ellas, Leonor, tomó la palabra para decir que ese tipo de festejos la saca del olvido y las convierte en verdaderas ‘princesas urbanas'.

El pastel de siete pisos y la canción de las mañanitas interpretadas por mariachis marcaron el momento más emotivo de la fiesta, tras casi una hora de baile.

Hasta el jefe de gobierno se emocionó luego de que ellas lo vitorearon y le lanzaron porras.

Era evidente que Ebrard también estaba contento, pues hasta dio brinquitos junto a ellas cuando las 330 corearon: "¡Quinceañeras, quienceañeras!".

Todas ellas tenían una sorpresa para sus padres y amigos, pues en sus ensayos incluyeron la preparación de interpretación de una canción de hip hop que hablaba de los derechos de la juventud.

Poco después de las 19 horas terminó la fiesta oficial, porque las ‘princesas urbanas' se quedaron ahí en el Zócalo, para continuar con su festejo y ataviadas con largos vestidos de color azul, morado, rosa, verde y amarillo que les obsequiaron comerciantes de la Lagunilla.