MADRID, 2 abril 2009 (AFP).- La crisis económica desató en España una nueva forma de venganza por parte de empleados despedidos, que denuncian a las empresas por la utilización de programas informáticos sin licencia.
Según la asociación Business Software Alliance (BSA), las denuncias a empresas por piratería informática en España aumentaron un 27% entre enero y febrero, respecto a los mismos meses del 2008.
Este elevado aumento probablemente se deba a que "con el aumento de los despidos, los desempleados denuncien a sus ex empresas en busca de la recompensa que ello le puede suponer", sostuvo Julián Swan, director de 'marketing' de BSA para Europa, Oriente Medio y África, citado en un comunicado.
También "podría deberse a factores como la situación de riesgo en la que se encuentran las empresas durante este momento de recesión económica", señaló.
BSA, asociación con sede en Estados Unidos que lucha contra la piratería informática, denunció que numerosas empresas instalan programas piratas en ordenadores de sus empleados, para economizar.
La utilización de programas piratas es considerada un delito en España, por el cual se puede ir a prisión hasta cinco años y recibir multas que pueden superar los 200.000 euros.
España, sumergida en la crisis económica, entró en recesión a finales del 2008 y el paro subió como la espuma en los últimos meses, hasta llegar al 15,5% de la población activa en febrero, el porcentaje más elevado de la zona euro, según la oficina de estadísticas europeas Eurostat.