miércoles, 22 de abril de 2009

Hallan en China antepasado del Tiranosaurio Rex

JIANYUGUAN, 22 abril 2009 (EFE).-Un equipo de paleontólogos ha encontrado cerca de la ciudad de Jiayuguan (norte de China) restos fósiles de un antepasado del Tiranosaurus Rex, que podría ser el eslabón perdido entre el gran saurio y los ejemplares mucho más pequeños que se encuentran en el principio de su cadena evolutiva.

Los investigadores chinos y estadounidenses, que publican su hallazgo en la revista "Proceedings B" de la Royal Society, bautizaron este ejemplar hasta ahora desconocido como "Xiongguanlong baimoensis" y sitúan su existencia a partir de la mitad del periodo Cretácico (hace aproximadamente unos 105 millones de años).

Los fósiles encontrados muestran rasgos tempranos de las características que se hicieron pronunciadas en el Tiranosaurus Rex.

El conocimiento que los paleontólogos tienen de esta especie de dinosaurios se basa en dos grupos distintos de fósiles que datan del periodo Cretácico (hace entre 145 y 65 millones de años).

Uno de esos grupos data del principio del periodo y el otro vivió decenas de millones de años después, por lo que hay un vacío en medio que no permitía relacionar ambos restos de fósiles.

"Teníamos una laguna de entre 40 y 50 millones de años en la que teníamos muy pocas referencias fósiles", manifestó Peter Makovicky, comisario del Field Museum de Chicago (EU), que participó en la investigación conjunta sino-estadounidense.

Makovicky destacó que el "Xiongguanlong baimoensis" es "un buen vínculo" entre ambos grupos de fósiles y permite "completar esa parte de los registros de fósiles" correspondientes al Cretácico.

El "X baimoensis", afirman los paleontólogos en su investigación, representa "un vínculo filogenético, morfológico y temporal" entre los dos grupos conocidos de Tiranosaurus.

Los restos de los animales encontrados en China presentan similitudes con los rasgos del "T Rex", como un cráneo cuadrado, una sien reforzada para sostener los grandes músculos de la mandíbula, unos dientes incisivos fuertes y una columna vertebral sólida capaz de sostener una cabeza de grandes dimensiones.

Pero también presenta un hocico alargado y fino, que difiere de la parte frontal de la cabeza de su pariente más voluminoso.

Los científicos consideran que un "X baimoensis" medía 1,5 metros a la altura de la cadera y que pesaba unos 279 kilos, frente a los 4 metros de altura y las cinco toneladas de peso de un "T Rex".