SAO PAOLO, 21 junio 2009 (EFE).- La cárcel de Simoes Filhos, a 30 kilómetros de la nororiental ciudad brasileña de Salvador, entrena a sus reclusos para "huir" en caso de emergencia, pues la prisión queda en medio de los ductos del Polo Petroquímico de Camaçarí, informaron hoy fuentes oficiales.
El servicio informativo estatal Agencia Brasil indicó que desde 2002, cuando fue construido el polo industrial, los presos reciben entrenamiento para una evacuación de emergencia, que en caso de ruptura o incendio de los ductos no debe sobrepasar los diez minutos.
El presidio está a 400 metros de los ductos, considerados de alta peligrosidad en caso de incendio o rompimiento, y alberga una población carcelaria de 250 presos.
A pesar de contar con un sistema electrónico que abre automáticamente todas las puertas en caso de emergencia, los prisioneros que ingresan a la cárcel son orientados sobre rutas alternas de evacuación, como mapas de túneles de aire y otras formas de escape.
El Gobierno del estado de Bahía se ha quejado sobre la incompatibilidad del funcionamiento de la prisión en el área, pues los costos en medidas de seguridad y el aumento de personal de guardia para vigilar las rutas de fuga se incrementaron desde 2002.
Ante esa inusitada situación, los detenidos considerados de alta peligrosidad son trasladados a otros presidios de Bahía, donde esta semana en una inspección relámpago a varias cárceles se encontraron armas, drogas y hasta una motosierra en una de las celdas.