CIUDAD DE MÉXICO, 8 marzo 2010 (El Universal).- Conforme avanzó la ceremonia de los Oscares era cada vez más seguro que Zona de miedo ganaría las categorías de mejor director y mejor película. No obstante el rostro serio de James Cameron, su contrincante con Avatar, revela que de todos modos fue una sorpresa el hecho de que la Academia se haya inclinado por favorecer una película independiente, de bajo presupuesto, como Zona de miedo y no premiar a la taquillera cinta de Cameron.
Otra sorpresa, por lo menos para ella misma, fue el triunfo de Sandra Bullock como mejor actriz, quien empezó su discurso de agradecimiento con la frase: "¿Realmente me gané el Oscar o me están jugando una broma?".
El asombro es mayor si se toma en cuenta que apenas el sábado pasado Bullock ganó el premio a peor actriz por la misma película The blind side.
El cine argentino tuvo su momento de gloria al ganar como mejor película en idioma extranjero con El secreto de sus ojos, del realizador Juan José Campanella, un director que si bien es muy conocido por dirigir capítulos de varias series en Estados Unidos, le ganó a una favorita que parecía segura ganadora: La cinta blanca de Michael Haneke.
El triunfo de Christph Waltz también fue sorpresivo ya que es apenas su primera aparición hollywoodense. En su discurso, al referirse a su Oscar como mejor actor de reparto por Bastardos sin gloria, explicó su travesía:
"Yo tenía el sueño de ir a otros países y de pronto, un día llegó Quentin Tarantino para ofrecerme este viaje a América. Me dijo: "Este es el camino pero no es el camino". Así que no sabíamos a dónde llegaría; pero todos los que participan en la película me guiaron por este trayecto que tiene un final feliz"