HOUSTON, 9 abril 2010 (NASA).- Agua lunar. Si lo busca en el diccionario, no lo va a encontrar porque no figura. Esto se debe a que, hasta hace poco, pensábamos que la Luna era el lugar más seco del sistema solar. Pero luego, la información acerca de la existencia de agua en la Luna comenzó a "llover"; al principio, como estimaciones de escasas cantidades sobre la superficie lunar, después como galones de agua en un sólo cráter y, ahora, se habla de 600 millones de toneladas métricas de agua distribuidas en 40 cráteres cerca del polo norte lunar.
"Creíamos que entendíamos a la Luna, pero no es así. Está claro ahora que existe agua allí arriba en una variedad de concentraciones y de ambientes geológicos. Pero, ¿quién hubiera pensado que algún día íbamos a estar deliberando acerca de la hidrosfera lunar?"
Paul Spudis, del Instituto Lunar y Planetario
Spudis es el investigador principal del equipo Mini-SAR, de la NASA (el grupo que ha realizado el descubrimiento más reciente y más grandioso de agua en la Luna). El instrumento, la sonda radar ubicada en el Chandrayaan-1, de India, halló 40 cráteres, cada uno de ellos con, al menos, 2 metros de profundidad de agua de hielo.
Derecha: Mapa del polo norte lunar obtenido con el radar Mini-SAR. Se sospecha que los cráteres que han sido marcados con un círculo verde contienen depósitos significativos de agua congelada.
"Si se convirtiera el agua de estos cráteres en combustible para cohetes, se tendría combustible suficiente como para lanzar el equivalente a un transbordador espacial por día durante más de 2.000 años. No obstante, nuestras observaciones son parte de una historia aún más tentadora acerca de lo que está ocurriendo allí arriba en la Luna".
Se trata de la historia de un ciclo de agua lunar y está basada en los resultados aparentemente dispares (pero tal vez relacionados), obtenidos mediante el Mini-SAR, las misiones recientes del LCROSS, de la NASA, y el Topógrafo de Mineralogía Lunar (Moon Mineralogy Mapper, en idioma inglés, conocido como M3 o "M al cubo"), también situado a bordo del Chandrayaan-1.
"Hasta el momento, hemos encontrado tres tipos de agua lunar", dice Spudis. "Tenemos las gruesas lentes de hielo de cráter casi puro, del Mini-SAR, la esponjosa mezcla de cristales de hielo y tierra, del LCROSS, y la delgada capa del 'M al cubo', que aparece y desaparece a lo largo de la superficie de la Luna".
El 9 de octubre de 2009, la nave espacial LCROSS, cuya sigla en idioma inglés significa: Lunar Crater Observation and Sensing Satellite ó Satélite de Observación y Detección de Cráteres Lunares, en idioma español, halló agua en el interior de un frío cráter que está permanentemente en sombras, localizado en el polo sur de la Luna. Desde entonces, el equipo de investigadores ha estado revisando sus datos minuciosamente.
"Pareciera que al menos dos capas distintas del suelo de nuestro cráter contienen agua y representan dos épocas diferentes", explica Anthony Colaprete, quien es el investigador principal del equipo del LCROSS. "La primera capa, eyectada del cráter durante el primer par de segundos después del impacto, contiene agua y oxidrilo enlazado en los minerales, e incluso trozos diminutos de hielo puro que han quedado mezclados. Esta capa es una lámina delgada y puede ser relativamente 'nueva', tal vez se haya renovado recientemente".
Arriba: Mostrada en color azul falso, una delgada capa de minerales ricos en agua cubre una expansión de terreno alrededor de un joven cráter lunar. Crédito: Chandrayaan-1/Topógrafo de Mineralogía Lunar (Moon Mineralogy Mapper).
Según Colaprete, este tipo de agua lunar se parece al agua lunar descubierta con el M3, el año pasado, en cantidades escasas pero ampliamente distribuidas, adherida a las rocas y a las partículas de polvo en los milímetros más superficiales del suelo lunar.
La segunda capa es diferente. "Contiene mucho más hielo de agua, además de un tesoro de otros compuestos que ni siquiera estábamos buscando", dice él. "Hasta el momento, la cuenta incluye bióxido de azufre (SO2), metanol (CH3OH) y la curiosa molécula orgánica diacetileno (H2C4). Esta capa parece extenderse hacia abajo al menos 0,5 metros y, probablemente, es más antigua que el hielo que estamos encontrando sobre la superficie".
Los investigadores aún desconocen por qué algunos cráteres contienen grandes cantidades de hielo puro mientras que en otros predomina una mezcla de hielo y tierra. Quizás sea una señal de que el agua lunar proviene de más de una fuente.
"Tal vez parte del agua se forme allí mismo en la Luna", dice Spudis. "Los protones del viento solar pueden producir pequeñas cantidades de agua contínuamente sobre la superficie lunar mediante la interacción con los óxidos de metal en las rocas. Pero quizás otra parte del agua sea depositada en la Luna acarreada desde otros lugares del sistema solar".
Derecha: Una columna de vapor rico en agua se levanta desde el cráter Cabeus, el 9 de octubre de 2009, luego del impacto del cohete de impulso Centaur, de la nave LCROSS, sobre el piso del cráter. [Más información]
La Luna está siendo bombardeada constantemente por objetos de impacto. Los asteroides contienen minerales hidratados y el núcleo de los cometas está compuesto por hielo casi puro.
Los investigadores piensan también que gran parte del agua en los cráteres migra hacia los polos desde las latitudes lunares bajas y más cálidas. "Lo que nos dicen todos nuestros hallazgos es que en la Luna hay un ciclo de agua activo", relata Colaprete, maravillado.
Piénselo. El "lugar más seco del sistema solar" tiene un ciclo de agua.
"Es un mundo totalmente diferente el que está allí arriba (afirma Spudis) y apenas hemos comenzado a escarbar la superficie. ¿Quién sabe qué otros descubrimientos nos aguardan?"