NUEVA YORK, 6 mayo 2010 (CBS).- La boricua Debrahlee Lorenzana denunció a Citibank por haberla despedido a causa de su apariencia física, al asegurar que su vestimenta era sumamente provocativa y distraía al resto de sus compañeros
La ciudadana boricua Debrahlee Lorenzana, 33 años, quien reside en Nueva York, Estados Unidos, determinó iniciar un juicio contra Citybank por haberla despedido injustificadamente, ya que su vestimenta muy sexy fue el argumento que le dieron para separarla de sus funciones:
"No podía creer lo que estaba escuchando. Le dije: ‘Tienes que estar bromeando ¿Que causo demasiada distracción? ¿A quién? ¿A usted?' Mis clientes no parecen tener ningún problema. De donde yo vengo, las mujeres se arreglan y se maquillan hasta para ir al supermercado. Soy de Puerto Rico, muy latina y muy femenina. En mi país las mujeres se preocupan mucho por su aspecto", declaró Lorenzana en entrevista al periódico The Village Voice.
Tras darse a conocer la demanda, Citigroup emitió un comunicado para dar a conocer los motivos que orillaron al despido de Lorenzana, al asegurar que uno de sus compromisos es el de fomentar una cultura de inclusión y proporcionar un ambiente de respeto en el lugar de trabajo, algo que estaba siendo quebrantado por su provocativa forma de vestir:
"Creemos que esta demanda no tiene sentido y nos defenderemos vigorosamente contra ella. Respetamos la privacidad de todos nuestros empleados y tanto no podemos comentar más concretamente este litigio, el rendimiento general de la empleada o las razones de su despido".
A su vez añadieron: "Citigroup se ha comprometido a fomentar una cultura de inclusión y proporcionar un ambiente de respeto en el lugar de trabajo. Tenemos un fuerte compromiso con la diversidad y no aprobamos, ni toleramos la discriminación en nuestra empresa por el motivo que sea''.
A pesar que la empresa buscó la forma de justificar su postura, el abogado de Lorenzana, Tuckner Jack, dio su opinión al respecto y reprobó lo hecho por la institución bancaria:
"Es como decir que sus compañeros no pueden pensar porque sus penes están excitados y que no pueden mirarla sin querer tener relaciones sexuales con ella, que es ella la que tiene que cambiar su conducta para que sus compañeros se centren", concluyó el defensor.
El abogado dijo tener en su poder las pruebas de la reunión en la que los dos supervisores de su cliente le dijeron que sus pantalones eran muy apretados, así como imágenes de otras empleadas vistiendo atuendos provocativos.
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